Las locuras del jardín inexistente, más información en su editorial preferida.

¡Nos han invadido!

Noticia de IMPACTO, nos hemos mudado a Wordpress. Si queréis seguir con CDE, Cerebro de Espuma II

27/12/07

Descubriendo a Cthulhu


Prefacio, con dieciséis toques de educación y cero coma uno toques de humor.

Empresa Reparadora de Gavetas S.A. se congratula en declarar que está haciendo un trabajo de investigación que nada tiene que ver con sus actividades. Cree que debe aportar algo más a la sociedad que las gavetas reparadas con la magia de nuestros operarios. En nuestras manos está el saber quién es ese tal Cthulhu, que intriga a un sector considerable de la población. De los montones de problemas que se trae nuestra sociedad, creemos que tenemos el deber moral de ayudar a resolver algunos de éstos. Todos avanzaremos hacia el futuro si nos mantenemos por esta línea.

Preludio

Un día un chico se dejó un libro. Resultó que se llamaba "Mitos de Cthulhu". Su portada nos intrigó, leímos el libro y nos encantó. Pat, uno de nuestros empleados, dijo que Cthulhu existía en la realidad. Pensamos que estaba loco de atar. Mientras la verborrea del trabajador seguía, nosotros estábamos reflexionando... ¡no es tan loco! ¡busquemos a Cthulhu! Jones, compañero de funciones de Pat, dijo que primero teníamos que esperar su llamada. Uno de los nuestros desapareció de repente, pero no nos preocupamos. Esperamos cinco horas más, hasta que el teléfono sonó.

Escupía un mensaje con una voz extraña -probablemente forzada- que decía: Vosotros, humanos. No tenéis ya oportunidad de desarrollaros. He despertado. ¡Preparaos, que llevaba millones de años sin dormir! ¡Haré temblar los cimientos de la tierra que habéis ensuciado vosotros! Temblamos de miedo. ¡Existía! Pero algo nos hacía sospechar, no volvió a responder en diez días. Nuestra fe en la bestia mitológica flaqueaba. Un trabajador se ausentó, el mismo que lo hizo hace tiempo. Otra llamada de Cthulhu. ¡La fe se levantó!

Prólogo, tengan paciencia

Entrevistamos a varias personas. Sólo uno conocía a Cthulhu, y además le sonaba de lejos: "Ah, el tío del libro ése". La gente es pasiva. Desconocen la amenaza que se les cierne. Si siguen así, nos arrepentiremos. Será demasiado tarde. Es verdad, aún no hemos visto pasar a ninguna bestia. Por cierto, en el cumpleaños de Pat, su madre le regaló un peluche de Cthulhu. Es mono, desde luego. Aunque nos da miedo tocar aquellos tentáculos.

Monólogo alterado

Cthulhu no comparece, no noto movimientos en mi sismógrafo. Soy parte de esta pequeña farsa por el supuesto bien de la sociedad. ¿Qué ganamos buscando a un ser inexistente?

Pat: ¡Deja esta patraña, que hay que trabajar en la búsqueda!

Final con boicot

Nos han reventado las gavetas. Dicen que nos hemos desentendido de nuestras labores por ese asunto del Cthulhu. ¡Farsas! Seguimos trabajando como siempre, lo que pasa es que algunos de nuestros trabajadores han bajado un poco su rendimiento. Pero no es nada, es un bache en sus carreras. Ya encontraremos solución. Por ahora, digo que no hemos encontrado a Cthulhu. Aunque albergo esperanzas, ya que hemos oído dos de sus discursos. Da señales de vida. ¡A esperar la tercera llamada de la bestia!

25/12/07

Cantata de navidad de tres al cuarto. Nota: Nunca superó la prueba de frivolidad absoluta.

Viéndome, hallo en mi alma una metafórica llama. Me indica que debo regalar originalidad y plantar cara al poderoso monopolio de los villancicos. Y ahora cambio, la originalidad se viste de obrero, marcando músculos. Cae en la crítica.

Tráeme el regalo, sájame la tarjeta. Pero que sea un poco, dejando lo pocho para después. Que importa disfrutar del obsequio, las deudas que lo haga el banco.

Impórtome creer en leyendas del capital, el deseo carnal del materialismo. Escondo mis instintos más primitivos en una figura con barba y pinta de asaltar casas. ¡Partícipome en el deseo del consumo infinito, luces que me ciegan y me instan a dejarme sin blanca!

Reducido queda el consumidor inteligente, considérome por mi parte aguafiestas. Entre la demanda y las empresas le echamos de la rueda del capital. Le dejamos en la más mínima expresión. Eso sí, que todo sea paz y amor. ¡Reventador de fiestas, te deseamos feliz navidad!

¡Felices navidades, mis piratas del resto del año! ¡En paz estamos, que el 26 de diciembre os invito a un duelo de espadas! ¿Niño Jesús, el adalid de los pobres? ¡Bah, dadme mi iPod! ¡Y los otros caprichos! Mi conciencia pasará por un lavado intensivo. Que quede limpia, mi papito lindo Noel.

Enseña, ego. Enseña tu sonrisa de materialista al mundo. Rellena de sensaciones aterciopeladas los corazones de tus prójimos más próximos. Detrás. Regalo. Ábrelo. Haz una mueca de sorpresa. Da las gracias. Da la espalda y pon tu peor cara. Lo usarás el día que viene y ya. Las velas se encienden. Ego, únete conmigo. Comeré sin parar. ¡Pavo al canto! Híncame el diente, ave. Oh, no. Te he hincado el diente, lo siento.

Es Enero. La tempestad ha pasado. Todo esto me da igual. Curro, olvido el frenesí. A otro año, moño. La rutina navideña ataca cada año. Viene siempre como el Vengador Justiciero.

24/12/07

César Mendes, al César lo que es del César.

Nacido en 1572, hijo del legendario pirata Francis Drake, César Mendes es uno de los mejores dibujantes de cómics que tenemos en el panorama español. ¿Les ha sorprendido lo del pirata? Bueno, eso tiene su explicación -aunque costó horas y horas de esfuerzo asumirla-: A los 11 años, César se encontró con un aparato extraño. Por aquel entonces se llamaba Richard Drake. Su curiosidad le empujó. Probó con los mandos de control del trasto. Uno de ellos decía “+400”. No sabía para qué servía, así que apretó el botón rojo, que se encontraba al lado del dichoso número, por inercia. Se trasladó a 1983, 400 años después.

No seguiremos con la historia por falta de ganas. Decir que se cambió el nombre en 1984, a los 12 años.

Hablemos de su carrera profesional. Con 15 años empezó a dibujar. Con 21 presentó su primer trabajo profesional, la Bola. Considerado uno de los mejores tebeos de la historia, era una saga de 100 tiras en la que una bola, puesta sobre una mesa, opinaba sobre el mundo de una manera arcaica. En las tiras numeradas con números primos (como la séptima) aparecían humanos. La Bola cambiaba radicalmente de actitud para pensar en un mundo mejor para ella. Odiaba al humano. Sin embargo, eso de los números primos tuvo una excepción. En su última tira, la número 100, aparecía un humano que pateaba a la bola. Éste era un gitano.

Y he aquí el inicio de otra de sus creaciones y una de las más emotivas, “El Quinto Gitano Eterno”. Trataba sobre la historia de un gitano que fue el elegido para caminar por la calle con una navaja de Albacete. En 21 tiras, la creación de una mala familia asaltaba a ciudadanos de bien. Hasta que se la pegó con un olmo.

Siguiendo su tónica, inició otra saga llamada la ley del “Olmo”. Hablaba de un árbol, conocido como olmo, que por culpa de la ineptitud municipal estaba mal situado y provocaba múltiples accidentes. Durante 154 tiras, encandiló a muchos aficionados al tebeo. Acabó con una galante decisión del alcalde, en la que mandaba colocar al olmo en el sitio que le correspondía. En la misma viñeta, un niño leía un cómic desconocido para el mundo.

Este cómic se llamaba Plajio de Blueberry. Aunque suene mal -tengamos en cuenta que Blueberry es uno de los cómics más conocidos-, en realidad no tiene ni un elemento de Blueberry. Se inspira más bien en Mortadelo y Filemón y Watchmen. Duró 122 tiras, cada una más corta que la vecina del quinto. Les dejamos con la historia: Una conspiración secreta acaba por perseguir a tres burros que dominan el árabe. Son considerados terroristas. Lo malo es que por cada burrada -nunca mejor dicho- se persiguen continuamente y olvidan la conspiración. Un ejemplo de estos diálogos:
Burro 1: Tu pestaña no es maja.
Burro 2: ¡Hi, hi! ¡Te mato!
Burro 1 fue pisado.

En la viñeta original se aprecia de otra manera, pero hay que hacer lo que sea para que nuestros lectores comprendan esto en formato texto. La palabra “Plajio” que hay en el título es una clara crítica humorística hacia el lenguaje mal usado.

Bueno, a lo que íbamos. El cómic acaba con cinco pollos que roban protagonismo a los burros. De ellos no se sabe nada ya. Así empieza otra de sus obras, “Cinco pollos”, que muestra la historia de una lucha inútil por no acabar en la olla. En 101 tiras narra una bonita historia por la supervivencia. Usamos el presente, porque a fecha de hoy aún tiene que salir la última (la número 101). Que dará lugar a otra saga, como siempre. Por cierto, una curiosidad única relacionada con la saga de los polluelos es que cambian el título con cada pollo que se va al fuego. Así, ha tenido los siguientes títulos:
¡Voló! Cuatro pollos vivos hablan.
¡Plañideros! Así son los tres pollos.
En un mal ambiente se hallan nuestros dos pollos.
El náufrago en el duro corral, el pollo.
Todos cocidos, cero.

Bonitos, ¿verdad?

Su estilo es bastante original, cuando termina una de sus sagas empieza otra. Así, toda su bibliografía se puede entender como un gigantesco cómic. En donde un capítulo se puede llamar “La Bola” y otro, “Plajio de Blueberry”. Es de suponer que en el final de su carrera, lance su bestiario. Yo le pondría de nombre: “Sherlock Holmes en gitano, venturas del mundo”. Y he aquí una pequeña cronología sobre su biografía. Hay que cerrar la persiana, amigos.

Bibliografía:
La Bola (1993)
El Quinto Gitano Eterno (1995)
La Ley del Olmo (1996)
Plajio de Blueberry (1999)
Cinco Pollos (2003)

Futuros proyectos:
El gallo bravo (Proyectado para enero de 2008)
Patatas hervidas y universidades (sin fecha)

23/12/07

Discursando vengo, palabrería presento: Por el Duero baja la corriente, que habla. 2º parte.

Introducción para los trasnochados: El señor Andrés Duero, perito espacial y considerado uno de los hombres más inteligentes del mundo, dejó entre 2000 y 2003 16 discursos con el objetivo de hacer cambiar el mundo, usando un cierto sentido del humor. En cada parte pondremos dos de sus discursos. Durante ocho días sus ojos tendrán que captar las hermosas combinaciones de letras del tertuliano de la calle.

Hoy copiamos íntegramente dos discursos que tocan temas de la más ardiente actualidad. ¿Quién no ha reclamado un cómic en estos días? Tengo entendido que hasta el antílope que reside a 3 kilómetros de mi casa se ha quejado por una mala decisión de una editorial. En este caso le tocó una mala ordenación de las viñetas en la página 210 de los “Irresponsables Irreducibles”, de David Ginés.

El otro tema es el de las apariencias. Maestro Duero flojea y nos lanza un discurso que se encuentra entre los peores, junto a “Dátiles que queman el seso”, que ya publicaremos en la cuarta parte de este hervidero de polémicas que son los discursos de Andrés. Personalmente, no veo mucha coherencia en sus contenidos. Pero los traspiés se perdonan. Perdonado está. Que tenga un buen día, Maese.

Editoriales menos adecentadas

Has abierto tu bolsillo al mundo externo, al que te vende el tebeo.
Pagas. Recibes el premio. Lo abres. Te quejas. Te responden.
Te aconsejan. Dudas. ¡Ven conmigo, deja de dudar!

Si el cómic tiene un fallo como el collar de la vampiresa
te dicen que debes enviar el código de barras del ejemplar.
Pero no te conformes, ve a la editorial y suelta al jaguar.
Han trabajado para joderte, trabaja para joderles.

Mójales las imprentas, méales la cabeza de errado.
Quémales el oído a quienes sufren sus tebeos.
Que dejen de oír el tintineo de las monedas.
Si hace falta, justifica el arañazo del gato de la mujer
del empresario a éste. Aplaude, sin que la duda llame a tus sesos.

Dieciséis horas de Zarasutra les daría yo, pero no puedo.
Entendiendo el verbo de dar, te dejo la responsabilidad. Al ruedo.
Imbéciles, no tienen más palabra que la de joder al cliente.
No obstante, éste es nervudo y va en bicicleta de dieciséis marchas.

Temed. Las bicicletas se acercan. Tirad el trabajo. Hemos vencido.
Vuestro miedo es nuestra victoria.

Pinchando apariencias

Al débil forzudo le debes volver más humano, pincha en sus músculos. Cuando el dolor punzante penetre la plenipotencia del papel, que las apariencias no te engañen. Este hombre forzudo que te venden como el paradigma de lo perfecto no trasciende más allá de las simples dos dimensiones, en donde pierde todo el valor que debería tener. Ahora sabes que es mísero papel.

Por el bien de todos, quémalo. Haz confetti. Recíclalo. Dibuja cualquiera cosa. Kanchelkis. Tu pis chorreará sobre el macho de papel. Escupe. La bilis, se entiende.

Perdonen la interrupción. Cuando digo una serie de ideas, no puedo evitar mencionar Kanchelkis. ¿Podemos seguir?

Lo único real que veis está en la calle. Incluso con este discurso bien aprendido, hemos de evitar a aquellos que no hayan obtenido su cuerpo por métodos convencionales. Pero el prejuicio ataca. ¿Cómo sabemos si mi forzudo preferido se ha tomado doscientos kilos de esteroides? Mejor retiremos mi alegato.

Meado queda el forzudo de papel. No confundir con la realidad, mis amigos.

En la próxima entrega, otros dos discursos:
Que el cerdo de tu jefe croe
Lijando a las guerras, callando al tanque

Cartas de los lectores sobre la sección:
Juan Pérez García

Quisiera quejarme despacio y sin dolor. La descripción que habéis dado de este señor sin duda le sobrevalora. Sus discursos me parecen superficiales, estúpidos, con contradicciones e hipócritas. Además no tienen originalidad. La Tierra está apañada si gobiernan hombres como éste.

Envía tus cartas a Periódico Korreo del Pardo.
Dirección física: Calle Falsa 124, 23942. El Pardo, Madrid.
Dirección de correo electrónico: chuletasfritasARROBAkorreopardoPUNTOcom
Contacto vía web: www.korreopardo.com

En cualesquiera de los tres medios, poner como asunto: "Carteando con el discurso".

21/12/07

Romanos modernos

He de deciros, señores del mal que, en un teatro romano situado en Segóbriga, hace un porrón de años se celebraban espectáculos donde acudían personas. Desconocemos lo que hacían allí, sólo sabemos que los sentimientos afloraban. El drama olía, cruzaba piernas y se reía en los dientes de los espectadores, subalternos del gran poder que desprendía Augusto.

2000 años más tarde...
...en el mismo teatro romano en ruinas, un grupo de colegas prueba sus mullidos asientos de piedra. El sol ardiente les da en la cara. Las ideas se ponen a secar pero una de ellas sale viva, la que ha tenido el administrador -le llaman así porque administra “Qué Cosa”-, un duelo entre gladiolos.

Mientras los chavales preparan el tinglado ése, algo ocurre en el Más Allá.
La BBC ha ordenado al comentarista Jones subir al cielo para experimentar nuevas sensaciones, aprovechando que Dios se ha dormido y el cielo algo descuidado está. El subordinado obedece, es enviado al cielo. Vaya, piensa él. Está observando todo el mundo... Se siente divino. Juega con los mandos, enfocando en lugares diferentes.

Dios se ha despertado, aunque no del todo. Desde su visor, observa Segóbriga y lanza mensajes vagos a los que pueblan la zona. No se entera del invasor.

Volvamos a la acción. En una bella escena con sombreado negro, el resto del grupo increpa al administrador por su magnífica idea. Éste hace caso omiso y coloca en el escenario los gladiolos. “Joder, jiñado estoy. No tengo una maceta. ¿Qué hago?”. Dios lee su mente y, en cuestión de segundos, los gladiolos ya imperan sobre la valiente arena con sus macetas. /Se derrumba el ateísmo de los presentes/. Administrador olvida su condición de ateo para hacer de árbitro en el duelo. Corre, pita. Y empieza el duelo.

Un nuevo acontecimiento tiene conmocionado a todo el mundo, que mira a todas partes con una cara que mezcla estupor y asombro. El señor Jones ya se ha hecho con los controles del Cielo y está presenciando el duelo de gladiolos.

» Hola, soy de la BBC. Comento el gran duelo de los gladiolos más gladiadores de la Hispania moderna. ¿Por qué no se mueven?

El público, con el administrador descansando en el palco -procurando evitar a avispas avispadas-, extrañamente oye los comentarios del señor de la BBC, pero no lo ve en ningún momento.

» ¡Vea al Gladiolo 2! Parece que se dispone a atacar al Gladiolo 1... ¡Oh, falló! La cosa es la misma... Arj... es duro comentar algo en donde no transcurre nada. Ah, qué bonito es el autoengaño... pongamos emoción al duelo. Ah... el viento. Gladiolo 2 mira al 1. ¡Vamo...

Jones fue pillado.

Dios: Conque te habías colado en mi cielo.

» Por favor, se lo suplico. Estoy a sueldo de la BBC. Entré al cielo para curiosear y ver cómo es.

Dios: ¡Mualajá! ¡Maldito eres! ¡Baja a la Tierra!

El público se sorprende. Parece que hay crisis en el Cielo. Cae un pañuelo cerca de los gladiolos. Y de trapo, además. El árbitro, administrador, ex-jardinero -trabajó en este sufrido oficio antes de ascender-, ex-joven y ex-niño, deja el mundo del descanso para coger el pañuelo. Lo aprovecha, ya que tiene una pequeña alergia. Se suena la nariz con el pañuelo, que tiene impreso el logo de la BBC. Platón nunca lo hubiera imaginado. Un alma en contacto con los mocos.

El hastío se apodera del ambiente.

Dios: Mis señores, ya sabéis que esto es aburrido. Os contaré un chiste: ¿Sabéis de tres señores que entran a un bar? El francés pide cordialmente un café, el inglés, un té, con la misma cordialidad y el español [...]

Público: ¡De tus dichosos gladiolos estamos hartitos! ¡Nos vamos! ¡Administrador, abandona a los gladiolos y recoge nuestras cosas!

Colorín, colorado. Se acabó lo bueno.
Y ahora el final para deficientes mentales: La estructura del lenguaje empleada en nuestro caso, un cuento, empezaba a terminarse. Veía que ya había soltado las combinaciones de letras necesarias. Había construido una historia propia. Le tocó el momento de recoger sus maletas, dejando unas palabras póstumas para sus fieles lectores. Quería cerrar todo esto y para eso nada mejor que lo que conocemos en este mundo como “fin”, que viene a decir hasta dónde ha llegado cualquiera cosa. El final, vamos.

18/12/07

Intentar, salvar, fracasar y destruir

José Lánez era un director de marketing. No tenía ideas grotescas desde hace tiempo. Su sueldo pendía de un hilo. Para distraerse un poco, decidió ir con unos amigos suyos a un lugar de la corrupta Madrid del siglo XXI. Irredentos asistieron a una borrachera en el infinito agujero espacial. Dividamos el grupo y cojamos a José. Bebió dos botellas de cava. Se divirtió borracho. Salió. Regresó a su hogar. Se puso a idear un anuncio en plena borrachera. Lo terminó en menos de lo que apalea un jefe del GULAG a veintidós presos. Conceptos mezclados veréis a saco. He aquí el anuncio.

¡La más oscura y terrible verdad soviética!

Presupuestos dilapidados en cosas fútiles para el pueblo. Sí, a partir de ahora les anunciamos el libro más misterioso, el que contiene el bestiario de la verdad económica soviética. Duelos de gladiolos en enormes coliseos de 100.000 espectadores para dar circo duro al pueblo, edificios de 4 kilómetros cuadrados, con 750 metros de altura, para la nueva educación soviética, botellas de 18 litros de vodka a 1 rublo.

Como todo ser humano, Lánez pasó por la necesaria resaca. Cuando estuvo sobrio, guardó su anuncio en la carpeta de proyectos. No lo había revisado, por supuesto. Se abocaba hacia el éxito, caminaba al trabajo. Al director de todo vio él. Enseñó la propaganda ideada. Veredicto, anuncio roto y un director de marketing menos en el mundo laboral. Quince días más tarde, cuando Lánez ya no asomaba cabeza, el director se permitió el cinismo de unir todos los trozos que él rompió para lanzar una nueva propaganda en la vía pública.

El anuncio se extendía cual virus. Toda la ciudad se vistió de verdad, irónicamente mal asistida al evento. Para justificar esta campaña de publicidad, la empresa lanzó un libro de broma, en donde difícilmente podrías disfrutar de una lectura digna. No fue un fracaso, librerías vendían un no-libro. Al menos eso. A Lánez le pilló, en una triste circunstancia. Ahora trabajaba de pegador de carteles y tuvo que pegar precisamente ése. Deseó que se acabara el mundo, puesto que veía su idea a todo color.

En otra parte…
Núcleo de la Tierra: Hemos oído el deseo de un señor. Dice que quiere acabar con la Tierra. Hagámoslo pues.

El planeta estalló en mil pedazos, todo por consecuencia de una campaña publicitaria.

16/12/07

Dios en crisis

Fieles, vosotros me adoráis tomándome como un ser perfecto que todo lo arregla. No tenéis ni idea. Estoy en crisis, me han puesto teléfono por lo que a partir de ahora tengo que llamar a vuestras casas para decidir el destino que tendréis al morir. Para colmo de males, me amenazan con cortar el teléfono. En la misiva que me han enviado desde una compañía terrestre dicen que se ha llegado a esa situación porque les debo tres mensualidades. Ya notaba yo algo raro en el tema de la contabilidad estos últimos meses.

No me di cuenta en su momento cuando uno de mis ángeles dijo que se iba a Tailandia, y debí hacerlo. Como dicen en la tierra, “las pequeñas cosas al inicio sirven para realizar grandes cosas al final”. Mi sentido común me apuñaló esta vez. El caso es que se me antojó mirar las cuentas, y descubrí que había menos dinero de lo habitual a la vuelta de las vacaciones. Como puedo ver los gastos de mis ángeles, también vi que uno de ellos se gastó una gran cantidad de dinero en “jovencitas apasionadas”. Crispín se llamaba mi subordinado, que era el jefe de contabilidad del Cielo. Fue el que pasó sus vacaciones en el país asiático ya mencionado.

Empezaba a relacionar conceptos. Echando una ojeada a mis datos, descubrí que Tailandia era un hervidero de prostitución de menores. Crispín culpable era. Si es que ya no respetan ni los mandamientos del Novísimo Testamento, más progresista. Qué panda de pervertidos, que se han dejado tentar por lo más bajo de la condición humana. Les bendeciré por siempre el invento del lenguaje, pero maldeciré su perversión.

Bueno, vayamos a otro punto que es responsable de mi crisis. La Iglesia me da la espalda y mis creyentes van reduciéndose en número. La ciencia ha avanzado y mis cuentos cada vez tienen menos credibilidad. Newton y Charles Darwin ya me asestaron en su momento hondas puñaladas. Pero el golpe de gracia vino en el siglo XX, cuando se avanzó más que en miles de años y algunos países rendían pleitesía a la ciencia. Me estoy quedando sin apoyo. Si un día me quedo sin fieles, moriré. Desapareceré. En realidad, aunque tenga poderes como los habéis visto a lo largo de estos tiempos, dependo de la raza humana. Si ella se extingue, mi existencia desaparecerá sin remedio. Necesito cuentos que contar para poder justificar mi existencia. He elegido a algunos hombres como Jesús, Mahoma o alguien con granos, del cual ignoro su nombre, para que difundieran mi palabra. Eso sí, para cada uno di una versión diferente.

Es una tarea que me divertía. Era todo un sátrapa. Pero como todo, me veo sujeto a la más cruda realidad humana. No soy inmortal, no creé ningún universo. Os he engañado durante miles de años. Como los ateos cada vez son más, me veo obligado a confesar la verdad. Estoy en crisis.

Ficciones malas reales

¡Los personajes ficticios favoritos de tu niñez salen de la tele! ¡Trascienden el tubo catódico! Para meterse en vulgares meollos relacionados con el bien de la sociedad, para ser los ídolos de los niños, etcétera… He aquí varios casos. A veces acaban peor que la escoba de la vieja que rellena la alegría del rellano.

1.Robocop

Robocop había saltado a la realidad como el policía más maniqueo de los EEUU. Aplicaba la ley como nadie. Fue invitado al programa educativo del Gobierno. Querían probar con robots, visto que los profesores tenían preferencia por algunos alumnos. La objetividad debía prevalecer a toda costa. Pero se abandonó el experimento por incidencias en la programación del robot de pruebas. Ahora los hijos son enseñados por gente de carne y hueso.

Robocop: Hemos terminado la clase de hoy.
Alumno: ¿Colón descubrió América en 1493?
Robocop: -ERROR- vacía 120 balas en el cuerpo del malogrado alumno.
Otro alumno: ¡Horror, es un asesino! ¡Huyamos!
Robocop: *cierra puertas*. Al error hay que matarlo, ¿entendéis?
Alumnos: ¡Estamos en una ratonera!
Robocop: -ERROR- suelta 1.500 balas. Todos los alumnos reciben el maná y misteriosamente pierden la vida.

/Robocop haciendo su monólogo/
No era una ratonera, sino una reunión extraordinaria.

2.Tortugas Ninja

Se convirtieron en limpiadores de cloacas de las alcantarillas de Nueva York. No cumplieron con el servicio mínimo impuesto en 1996 –expulsar a 30 amenazas, sólo consiguieron echar a 28 y la moratoria de perdón sólo contemplaba rebajar la cifra estipulada a 29-.

Raphael: ¡Una rata mutante!
Leonardo: ¡Calla! ¿Has olvidado nuestros años en aquellos lugares?
Raphael: Perdón.
Donatello: ¡Necesito silencio! ¡Estas ratas nos atacan!
Michelangelo: ¡Una rata me está mordiendo la uña gorda del pie!
Raphael: ¡Dejadme terminar el bocata!
Leonardo: ¡Egoísta! ¡Mueve el culo y saca la rata de Michaelangelo!
Raphael: A ver… una Colt 45. ¡Pum! Rata muerta.
Michaelangelo: ¡Ve con más cuidado, que casi jodes mi dedo!
Donatello: ¡Una luz! ¿Habrá vida en esta gris cloaca?
Leonardo: ¡Vamos!
Nuestros cuatro héroes se dejan cegar por la luz, que les lleva a un lugar inconcebible. En efecto, van a una civilización que va más allá de sus posibilidades.
Raphael: ¡QUÉ SOL MÁS CEGADOR Y ABRASADOR! ¿Y ESOS NEGROS? ¿NO SERÁ HARLEM? ¡No, parece más miserable!
Leonardo: ¡Esto es una mierda de lugar! ¿Dónde estamos?
Donatello: Mira el cartel, te lo señalo.
Leonardo: ¿¡TANZANIA!? ¿¡EN ÁFRICA!? ¡A dónde hemos ido a parar, héroes increíbles que fuimos en tiempos pretéritos! Ahora somos un saco de patatas, vendidos por la política… Al ver que no éramos los mismos de siempre, nos tiraron a la basura.
Michaelangelo: ¡No seas tan pesimista! Estos hombres de negro nos salvarán…
Raphael: A mí me parece que no presentan buena cara…
Los negros, que eran soldados, secuestraron a las cuatro tortugas. Colorín colorado, se acabó. Que aprovechen su carne de tortuga, morenitos.

3.Chapulín Colorado

Corría hacia la nueva ola de superhéroes provenientes de los EEUU que invadía México con el puño alzado y un poco de torpeza. Arrasado fue, se encontró en la ruina. Pedía en pleno desierto, hasta que el Gobierno decidió levantar un nuevo plan para el reciclaje de las antiguas glorias. Le asignaron un empleo de presidente. Fue al discurso de la investidura del puesto.

Chapulín: Es glorioso estar ante ustedes, en esta enorme plaza. La grotesca suerte me ha escogido y me ha traído acá. Benditos sean ustedes, son el pueblo que sustentará a este gobierno. A cambio les tengo que devolver un favor… Este campesino de allí, que venga.
Campesino: ¡Voy!
Chapulín: Y he aquí el tío que ocupará mi puesto. Será presidente de México.
Campesino: ¿Yo? ¿Por?
Chapulín Colorado: ¡Adiós! ¡Disfrute del cargo!
Chapulín se retiró al desierto mejicano, prefería lo humilde.

13/12/07

Ficus mandón, autoritario, dominante, ordenador, primero en la cadena de trabajo, real, etcétera ©.

Aquella planta no conocía más pena que la de la floristería, la calle –unos cuantos metros- y la oficina. Una estructura atómica poseía, nada formidable era. No se podía mover, sólo podía tomar agua y luz para crecer. Pero sirvió al jefe para poder ejecutar frases brillantes en ese cubículo conocido como “oficina”. Hete aquí un ejemplo: “¡El ficus crece más rápido que vosotros!”.

La planta se alojaba en una oficina, mirando con unos ojos sin nombre a los pobres currantes, que buscaban la forma de vencer en el Buscaminas. El ambiente insulso era. Nadie nombraba empleado del mes a alguien, hasta que al jefe se le ocurrió una idea interesante. Argumentó lo insulso de los trabajadores para justificar que diera un premio al ficus, un ser inanimado.

Sin un eslabón definido en la jerarquía de la oficina, el ficus ordenaba al jefe. Quizás era el Altísimo, el Sumo Currante y demás nombres pomposos. Se salía de la jerarquía.

Muerta la descripción, pasemos al detalle. He aquí unas cuantas historias que nos permitirán conocer mejor el percal. Teatrales, pero menos da una piedra…

Acto 1: El Ser Supremo coge un mundo prefabricado y lo deja en el sistema solar entre Venus y Marte, a 150 millones de kilómetros del Sol.

Dentro de un punto de ese mundo, hay una oficina. Ahí les dejamos.

Acto 2: Un ficus, cuatro mesas con cinco empleados (sí, el niño también cuenta… oh, vuelta a la esclavitud infantil) y un director con corbata que empezaba a hacer mal uso de sus cuerdas vocales.

Director: ¡Ese ficus está más vivo que vosotros!
Padre currante: ¿Que no estoy vivo? ¡Pero si tengo que cuidar a mi hijo, ese niño pequeño que ve!
Director: ¡Insisto en que el ficus muestra más vivacidad!
Se larga el director

Acto 3: Empleados quieren conspirar contra el maldito ficus, tras 45 quejas del director aludiendo a la planta.

Empleado 1, conocido como Reverendo Bastardo: ¡Tengo una caja de cerillas, con una sola cerilla! No me fallaréis en la lucha contra esta vulgar planta que sirve de inspiración a nuestro tirano, ¿no, hermanos? *plussh* Encendida está, voy a tirarla. ¡Qué coño, se ha jodido la cerilla! ¿Qué era esta sombra?

Sombra, traducida como ninja: Hola, soy el ninja Antonio. Me ha contratado alguien para vigilaros. Pensabais echar fuego a la planta, ¿no? Lo he oído todo. Volved a vuestros sitios, que hay trabajo por hacer. Y me retiro.

Empleados en coro: ¡Mamón! ¡Gilipollas! ¡Hijo de ogra!

Director pasando por el pasillo: Ah, dulces vocecitas. Música celestial, vamos.

Acto 4: Cuando nombran al ficus empleado del mes, en una elección arbitraria.

Director: Saludos, mis hombres del futuro. Ya sabemos el empleado del mes y es…

Reverendo Bastardo: ¿¡Soy yo!?

Director: ¡No! Es… ¡el ficus! ¡Ficus!

Hijo del director: ¿Me persono ya?

Director: Sí, sal a decir el mensaje que te he ordenado memorizar.

Hijo: Pues allá vamos. Hola, empleados. Os digo que sois los mejores insulsos que ha visto el país, por eso se lo merece el ficus. Trabajad si queréis el premio. ilusos… por mucho que curren, siempre el ficus prevalecerá

Director: ¡Falla una palabra! ¡Mal!

Hijo: ¿En qué me he equivocado?

Director: ¡En donde dice “Hola”! ¡Deberías haber dicho “Bienvenidos”!

Reverendo Bastardo: ¿Y si dejan sus disputas para más adelante? ¡El Windows se ha colgado!

Director: Arrea una patada al ordenador.

Reverendo tuvo que pagar un nuevo ordenador. Lo pagó entero.

Acto 5: Bello atardecer de verano, director charla con el ficus.

Director: Gracias por todo lo que me has dado, ficus. Me has brindado oportunidades para dejar mal a mis patéticos empleados, me has apoyado en los peores momentos y has traído mucha alegría a la oficina. No sé cómo te podré recompensar.

Acto 6: Cuando el Sha de Irán golpea al ficus por error.

Sha: Como le venía diciendo, señor… ¡Ay! ¿Qué es eso?

Director: ¡Mi ficus! ¡Mi planta! ¡Le coseré a patadas! ¡GAAAAAAAAAAAAAH!

Sha: ¡Pare, pare! ¡Anulo toda relación comercial…!

Y el Sha murió a causa de una hemorragia cerebral. Irán se encontraba sin su líder de repente. Hubo una guerra por el poder. Los islamistas ganaron… de nuevo

Acto 7: El ficus, en su lecho de muerte, tuvo un flashback.

Ficus: Todo lo que quería soñar, lo tengo aquí. He contentado a mucha gente, he conocido mundo… Pero nunca está de más recordar los orígenes, así que relataré los míos: En el principio fui una semilla. Crecí, como es sabido en toda planta. Fui a parar a una floristería tras un largo tiempo de transporte en donde conocí lugares de lo más inhóspito. No sé cómo, pero cerca de mí clavaron un cartel. La dueña me dejó sordo de alma con sus gritos de “¡Pare, vendo un ficus!”. Se calló cuando me agarró para pasar a manos de otro. Recorrí una inhóspita formación de personas y edificios, no sé cómo pueden vivir allí. Me encerraron en un edificio, para que viviera en un habitáculo al que mi captor se refiere como oficina. Y aquí estoy… Estaba.

Falleció

Acto 8: Yo tomo el protagonismo. Godot me espera, le espero. Contexto: Me aburría, quería enviar una historia terminada a alguien. Escribí una dirección al azar. La suerte provocó que mi destinatario fuera un hombre llamado Godot, que me respondió con una carta. Contenía un mensaje simple: “Quedamos en Ockeley Palace a las 6 de la tarde el domingo”. Me sorprendí, pero debía de ser una buena persona. Además tenía ganas de conocer a alguien. Y en este punto nació en mí un ente conocido como “esperar a una persona ajena a mí”. Le di de alimentar y aquí estoy.

Yo: ¡Godot! ¡Te esperaba! ¿Qué tal la historia que te envíe?

Godot: Me ha gustado tu historia del ficus. Pero ese etcétera de tu título te obliga a pagarme. Sí, esos derechos malignos para el populacho.

Yo: ¿Y no hay forma de poner eso gratis?

Godot: Hay una. Pega en esta historia un texto de copyright al final del texto.

Yo: Vale, ¡manos a la obra! Ya está, ¿le gusta?

Godot: ¡Oh, sí! ¡Me encanta! Bueno, es hora de irme. Adiós.

Yo: Adiós. Bueno, me consolaré con ese final.

© Etcétera Copyright, 203. Dueños originales: Latín culto. Dueño actual: Godot.

10/12/07

Especial Cuarto Milenio, ahora en texto


Chopo

Mire fijamente durante dos horas a este pobre chopo. Gire la cabeza. Una imagen le trastornará. Sí, seguirá viendo el árbol en su ausencia. Una visión le perseguirá durante minutos y minutos. Por culpa de ello, algunas personas han muerto. Suponemos que todo chopo tiene un alma maligna que ataca al sentido de la vista y provoca que el individuo se pierda. Es como jugar a la ruleta rusa, en donde tienes cierta posibilidad de morir.


Lienzo en blanco

Esta muestra de arte contiene un mensaje extraterrestre que vendría a decir lo que somos como civilización en este universo, vacía. Aunque digan que el responsable es Malevitch, los marcianos son los verdaderos responsables. Lo que pasa es que había que recurrir a un humano para que el mensaje fuera más auténtico.


La Voz de Joselito

De pequeños nos parecía sensacional la voz de un niño que salía en la tele, conocido como Joselito. Pero en realidad, lo que no sabíamos hasta hoy es que era un enviado de los marcianos. Llegó a la Tierra, a España para cantar y conquistar al pueblo. Su radio de acción ocupó el país entero, por lo que Franco le usó como arma. Se quedó en la tierra, con tímidas exportaciones a otras naciones. Probó los placeres terrestres y degeneró en un drogadicto. A día de hoy, no ha llegado marciano alguno para reclamar a este pequeño señor.


Esclavos

Cuando aprieta el botón de su consola, no se da cuenta de nada. Nosotros hemos llegado a descubrir pequeños chinos trabajando dentro de una consola. Éstos permiten que Mario salte. Han declarado que trabajan duramente, sin descanso alguno. Jornadas de 21 horas, con 3 horas para la cena, dicen.


Poco que contar

Cuando un amigo nos dice que tiene poco por contar, no le crea. Hay fantasmas que se han apoderado de su alma, anulándole el habla. Es tarea del samaritano hacerle cambiar, con dientes de ajo si hace falta. Entonces su cerebro circulará.

9/12/07

Alimentación temporal sin volver atrás

Encontróse el fiel
caballero en las
profundidades del
tiempo y espacio
jamacuco vil
le dio.

Lengua le traicionó
Malos ratos le proporcionó

Hallábase en varias dimensiones
sin explicaciones con sorna
ni algo con testosterona..

En una halló una indicación
literal de cómo llamar al
brujo Kuthulhu con una
simple pulsación.

En otra cavando entre los
más ignominiosos papeles
descubrió más y más folios.
Abajo, abajo, el fondo sin
materia. Ni papel halló.
Se veía en otro mundo.

Los ojos comandados por
un cerebro desconcertado
descubrieron más mundos
alternativos. Las palabras
quedaron en meros intentos.

Del sórdido año 1162 sólo
quedaba su armadura, poco
le salvaba de la locura. Le
movieron a un tiempo
desconocido para él.

De Bretaña sólo se llevó
la gripe palatal, inventada
por escritores al tún-tún.

Ahogado por la palabra,
la armadura andante expiró.
Sin fecha ni espacio, en
partículas feas y horrendas
se disolvió.

Perspectivas alteradas

Según lo que queramos, podemos contemplar hechos de la vida real y administrar la importancia que les damos. Si queremos, podemos pensar que ese atentado terrorista que ha sucedido en la acera del Chipirón sólo era un petardazo inocente con un poco de sucio metal, del metal que insertan los judíos ésos. Eso es menospreciar un hecho. Sobrevalorar un hecho es comentar que la rana es un peligro para la sociedad porque se posó sobre el abrigo de la señora Tetis, ninfómana y empresaria de éxito que beneficia a mucha gente. Ahí les cuento un relato de cómo puedo ver la ciudad de otra manera, tras la paliza didáctica que he dado.

Caminamos por la calle, vemos al violador justiciero Meléndez, pasamos de él pensando en que levantará alegrías a féminas agraciadas. Giramos la cabeza. Un sujeto sucio desvela el contenido de su gabardina a ilusas mujerzuelas y machos cortos. Para sorpresa del espectador que espera algún tópico, no contiene ingredientes secretos sino un cartel que dice ¡Bu! Bromista es, violador debería ser. Le llamaremos energúmeno. ¡Gritamos! ¡La sociedad cambia de perspectiva y le lincha a palabras!

Nos rodeamos de gente, tal vez por el hecho desencadenado. ¡Agobiados estamos! Le aconsejaré el siguiente manual: ¿Cómo sentirse vacío entre multitudes? Imagine que está usted entre 402.298 personas. Piense: “¡Estoy solo, maravillosamente solo en este inmundo… a excepción de las miles de personas que conforman el lugar!”. Cree una ilusión mental, que la realidad material se encargará de rebatirla. No podrá correr a ningún sitio. Así es. Así estoy yo.

Presenciamos las cosas en directo, derriban un edificio. Matan a algunas personas sin previo aviso. Bah, crean espacio para quitarlo en poco tiempo. Minucias, disfrutaré de nuevo hogar. Sigo sin salir de la multitud. Un helicóptero baja. Trae una cría de velociraptor, procedente de tiempos en donde lo más novedoso era el bulto del diplodocus que se aquejaba de dolores. Muchos huyen espantados. Yo me quedo, viendo cómo un animal trata humanamente a otros animales, hasta que llega y me lame cariñosamente. Como resultado del amor a primera vista, pierdo un brazo. No lo comprendo, huyo desangrándome hasta que un policía le pega un tiro. Grito: ¡No!

Me consolan con una cara de circunstancias mientras llaman al médico. Oh, no. Volvió la lógica. Que se pudran, esa ambulancia me lleva al Infierno. Con las fuerzas perdiendo fuelle trato de armar escándalo. Muy débil, pero basta para que un tío de bata blanca me acalle. ¡Era el conductor! El coche se desvía. Al cielo iré, beneficioso será para todos. La farola se interpone, dejando a sus ocupantes más muertos que vivos. Y mi cama se cae. Me retuerzo de placer, con mucho sufrimiento. Una puerta se abre. Un tiro, proveniente de un inocente juego entre policías y bromistas, se abre camino y entra en la ambulancia. Se introduce en mi cabeza y amablemente pide que mis constantes vitales sean apagadas. Obedezco. Fenezco. Soy mejor, por lo tanto. Sin hacer nada estoy, pero más que feliz estoy. Optimismo, qué le vamos a hacer. Dejemos que las redes neuronales se desconecten. Adiós.

8/12/07

El absurdo. Ensoñaciones del alegre carpintero de las letras.

Ah, el absurdo… Tema manido en este blog. Se ha colocado a nuestro servicio numerosas veces para poner un toque atractivo a los artículos que presentábamos. Pum, pum, un poco de anormalidad en este trozo de texto y ya está. Pero hasta el presente no tenía un artículo para él mismo. Se lo estamos satisfaciendo, como resultado de la personalidad que ha adquirido tras miles de años de estar con el ser humano. Tristemente marginado, hoy es portada de algún blog, mañana será portada de algún archivo. ¿Y más allá del mañana qué nos queda? Sí, tenemos derecho a resolver cuestiones existencialistas sobre un ente subjetivo.


¿Mangoneo de fondos públicos?

Captación de objetos normales por parte de gente, en plena superficie. Mezclas que no consternan a nadie, que pasan en plena acera y entran en la normalidad como Pedro por su casa. Aunque la gente tome el absurdo como un objeto inhabitual en la vida, más propio de una lírica perpetrada por cuatro lunáticos, existe en la realidad. Y más de lo que se cree. Es posible que sigamos preceptos absurdos a la hora de elegir el pantalón. Otra cosa es la visión de la gente de lo normal, educada en una visión de “lo normal” y “lo anormal”.

Vez tras vez, palabra mal juntada junto con otra conjunción de letras, un texto sale. A veces nos cuentan que estamos para allá, porque hemos juntado letras que no son normales para los desdichados fanáticos de lo normal. Un día, cuando escribía mi texto sobre los clavos, una chica leyó mi borrador y sentenció con un “sabes mucho vocabulario, pero no sabes usarlo. Tu texto carece de sentido”. Es sencillo decir que no tiene sentido porque creemos que no es lo habitual para nosotros meternos esta ración de palabrería. Pero es más atrevido para el ser preguntarnos qué no tiene sentido en nuestra vida y en lo que nos rodea. La foto de arriba lo ilustra. Un colegio serio, pagado por el Estado y en donde algunos padres mandan a sus vástagos. Árboles robustos adornan el lugar. Nuevas ideas llegan, sin suficiente evaluación. Pintan líneas y montan las porterías para fomentar el deporte en el alumnado. Ideas inconcebibles surgen al término. Alumnos fallan disparos a puerta por culpa de los árboles, goles de rebote entran. El fútbol se vuelve un deporte absurdo en el que cuenta la suerte.

Bonito caos el del absurdo. Que se quede en el calor de las letras, que bastante tenemos con la caterva de Mangoleles que no hacen caso al sentido común y ordenan estatuas bañadas en oro para sus palacios y libros sagrados gigantes. Una protesta que quedará vacía. Pocos leerán mi mensaje, muchos continuarán con su guerra por la normalización del absurdo. Durará hasta que sólo seamos seres enterrados en los más bajos estratos de la tierra, restos de una grandeza abrumadora abrumada por las fuerzas de la Naturaleza.

Adiós cordura, hola absurdo. Hola cordura, adiós absurdo, pero a escondidas.

5/12/07

Procedimientos para liberar estrés.

La sociedad moderna es un continuo cúmulo de tonterías, obligaciones y oligarquías de ignominias. Por suerte, no todo está perdido. He aquí unas ideas ingeniosas para conseguir un rato de diversión, al margen de lo moral de la acción. Que el estrés es muy malo, provoca infartos y carga de empleo a médicos, lo dicen los medios, que son muy buenos y se preocupan por tu persona.

Operación remóvil.

Primero, coja el móvil del primer animal de bellota que pase por ahí y moleste al personal. Luego, corra hasta que aquel ser vivo no le vea. Si aún así, no se encuentra cerca de su casa, vaya en metro. Cuando esté, súbase a su automóvil. Sin olvidarse de otro paso, atar el teléfono a una cuerda -ésta debe ser atada, por el extremo opuesto al del pequeño dispositivo, en el gancho trasero del vehículo-. Por último disfrute de la aventura, dejando un reguero de circuitos electrónicos por el asfalto y unos céntimos, de los que se aprovechará la gasolinera. Pero su satisfacción será tan mayúscula que estos inconvenientes le parecerán zarandajas.

Toques de ironía, renueve los discursos políticos. Sea práctico.

Sólo apto para personas pudientes y con una dosis inconcebible de suerte. Mientras usted se está durmiendo en su patético sillón, no tan patético para el resto de los humanos, del congreso de diputados por la charla de Farsante 20, cinco seres antropomórficos harán lo que les dé la gana. En cuanto William E. Farsante toque un tema de su incumbencia, diga con ironía: “Cuarenta y dos alaridos para cinco esperpentos de la fila posterior a la mía, que no deben alterar el nervio del discurso. Que aprendan.”

Caras girarán y le mirarán con extrañeza. Usted estará en su regocijo, pero su propuesta será ignorada. Déjese la garganta pegando un estruendoso alarido. Reacciones raras por parte de los demás. Saldrá en la televisión con un titular que ignora la realidad como “Escandaloso cambia las tornas del Diputado”.

Cambie el peinado hortera de turno.

Operación de alto riesgo. Acérquese al parque más cercano a su casa. Probablemente verá a unos grupos de jóvenes conocidos como “canis”. Si la probabilidad le satisface, tendrá la oportunidad de sacar esas tijeras que no usa desde la era del colegio. Emplee el sigilo sin que ellos se enteren –posiblemente estarán nublados por los porros-. ¡Mechón cazado! Córtelo. Ahora tiene dos posibilidades: huida o paliza. Escoja la que le resulte más beneficiosa. No habrá aportado nada al mundo, pero habrá conseguido un poco de amor propio.

Haga filosofía en una conversación banal.

Está con varias personas, ellas hablan de temas que no le interesan. Alcance a oír algo y finja estar interesado para soltar algo de filosofía barata. Por ejemplo, si hablan de la televisión basura, diga “Nos incumbe en nuestra existencia como meros seres humanos el mensaje enviado por un programa, al margen de la apreciación subjetiva de su calidad, porque nuestro cerebro ha tomado el fondo del mensaje como interesante en una determinada época del tiempo. Subconscientemente, vemos el mensaje como parte de nosotros. Estamos educados para ello”. Las posibilidades de que le ignoren serán muy altas. Pero, ¿a qué no es ameno cambiar un poco la tónica de una charla barata?

4/12/07

El precioso, omnipresente, rimbombante arte de querellar a alguien...

Artículo doble. Vuelta a la normalidad. Los dos autores han escupido estas palabras.

...es el inicio de los tiempos de la palabra, la violencia física ha sido abandonada. No estaba bien vista...

el avance de la línea del tiempo nos indica que nos hemos vuelto humanos de bien, moralísimos con una cordura inusitada. Cantemos en un canto, que nos verán mal. Así es la moral humana del hoy, que se vuelve ciega ante barbaridades sin nombre, inconcebibles y un largo etcétera de adjetivos y adverbios que no bastan para describirlas. Ahora unos cuentos cuentos cortos para que comprenda mejor la advertencia y nos ayude apoquinando 1 dólar por la causa.

VIAJES, VIAJES Y DEMANDAS.

Una de estas barbaridades es la de la querella. Ya por una tontería, como el precio de las habas, todo el mundo denuncia al juzgado. Los tramos burocráticos se han aligerado. Ahora puede enviar un correo electrónico. ¡Y al juzgado! He aquí un servidor que acumula 123 casos tontos de éstos. Contaré algunos. Si están mal relatados, no es mi culpa. Separados están por párrafos.

Kanchelkis, guerrero espartano que ha vivido varios años en esta época, ha demandado a Elvis, resucitado hace 3 años, por gastarle una broma. Le ha traído una nutria del pasado. La Policía está pensando en prohibir los viajes en el tiempo

A consecuencia de una broma telefónica realizada por un gamberro con mucho tiempo libre y pocos estudios, la empresa multinacional y millonaria de fabadas Litoral ha quebrado. Además, la recepcionista, quien atendió al energúmeno, sufrió 3 ataques al corazón simultáneamente, fulminándose en el acto. Todo esto fue informado a la Justicia por la Moneda, ser inanimado que ha cobrado vida. Ha dicho que no puede tolerar tal debilidad económica.

De repente se han avistado varios errores en el tiempo, brechas que confunden épocas con personajes y personajes con sardinas. Por ejemplo, hace una hora, una pareja que paseaba en el centro comercial “Alma de cántaro” vieron a Gengis Khan en la sección Moda. También un camarero nos informó de un señor bajito, arrogante y con cierta similitud a Napoleón, que le preguntó por dónde quedaba París.

Un ciudadano con falda escocesa, que en ocasiones ha declarado que medía 2,5 metros –siempre subido de metadronol-, ha denunciado a una gran empresa productora de vídeos. Nos detalla la causa: “Me han estafado. Al principio de la película, veía aviones absorbiendo balas y objetos reparándose. No pasó nada, no noté nada. Ingenuo de mí. Mi cara cambió un poco cuando vi a humanos resucitando de forma antinatural. Seguí. Me asombré. Humanos caminaban atrás y se alejaban de unos edificios grises y sórdidos, conocidos como “nóicartnecnoc ed sopmac”. Hitler aparecía dando pasos atrás. Benito Mussolini aplaudía de una manera extraña. Winston Churchill alejaba su puño de la mesa. Apareció la pantalla de título. Lo comprendí todo. Me la habían jugado. Ahora esta empresa infiel de vídeos se encuentra cara a cara conmigo”.

La Iglesia demandó el pasado 28 de Octubre a un señor con barba por decir que jesús llevaba peluca y bailaba Breakdance. A su vez, el señor demandó a la Iglesia por usar risas enlatadas indebidamente y sin precauciones.

Cuatro jóvenes de aspecto extravagante, alguno diría incluso que “moderno”, han asaltado a una señora mayor de edad, de unos 120 años, por llevar una camiseta con el símbolo de la esvástica. 3 de ellos resultaron graves y uno logró huir. La anciana alegó que “Estaba en mi derecho por ser de una raza superior”. El ratón cazó al gato. Sin embargo, la policía detuvo posteriormente a la señora por ser nazi.

Por último, un hombre de mediana edad denuncia al Tiempo por hacerle perder un trabajo. A día de hoy el Tiempo no ha querido decir nada, y su abogado parece preocupado.

3/12/07

Superman Turco, la definición.

esperpento: Hecho grotesco o desatinado.


Palabras sabias que corren a la subjetividad de la persona para describir una obra. Una de ellas se zambulle pero no encuentra motivos para relatar semejante obra, por lo que pide a la Objetividad que le dé cobijo en sus páginas.

Otra visión, más antropomórfica, es la de un animal político –según la visión de Aristóteles- que camina a dos patas y se dirige a un lugar conocido como filmoteca. Busca una película extraña y culta. Ya dentro del sitio, el hombre oye un ruido extraño. Le resulta curioso, por lo que se acerca a la fuente. El sonido se materializa y entonces se convierte en uno de los mayores misterios del humano.

Un mensaje ese ruido envía. Osamentas no se forman, como en los libros best-seller –ahí hemos de decir que el autor se refiere a libros de fantasía barata, no sé-. Se convierte en un mísero DVD. Señores –dioses para el protagonista, pero son los autores de esta farsa- retiran el montaje que había hecho de esta escena espectacular. Hombrecito coge película, grita de ¿alegría? –desconocemos sus sentimientos verdaderos, el montaje los falsea- y la prueba en el pequeño cine que hay en la filmoteca –conviene probar todos los truños del mundo-. Misteriosamente, muere por lo que hay un nuevo misterio a resolver. ¿Crimen cinematográfico? Dejémoslo, que no hay tiempo de sacar a los detectives de la caja de juguetes.

Hablemos sobre el montaje de la película, tras historias sobre fallecimientos y palabras. Nuestro héroe está embutido en un traje que le favorece mucho. Seguramente robado de una tienda de raperos. Vuela colgado de una soga –por la cintura, no me entiendan mal. Una cosa es el deseo expreso y otra la objetividad-. Su escenario es holográfico –el cine turco ha superado a Hollywood en tecnología-. Hombres ven al protagonista de los calzoncillos y empuñan sus armas. Las balas no existen –armerías prohibidas en Turquía-, por lo que Superman camina, ve de forma maniquea a sus enemigos y sabe lo que ha de hacer –una caricia cariñosa-. Caen como moscas, con la misma vivacidad que antes. Humillados en el celuloide, los villanos se van a su casa con sacos de monedas.

Cruel fin,
analizada
ha sido la
cosa inmunda.

Seriedad poca
alegría puerca
todo el pescado
vendido está

Si quiere seriedad y linealidad absoluta, váyase. Esta reseña es extraña. Dicho sea, apta no es para quien quiera situarse en el medio. Medio conocido en el mundo como la normalidad.

2/12/07

Conspiraciones de ultratumba.

Como en 1984, de George Orwell, cuando el Gran Hermano instaba al pueblo a que odiara a Goldstein –un enemigo inventado por él-, muchos políticos hispanoamericanos se han apuntado al carro fácil de “todo es por culpa de los EEUU, que son muy malos”. Recordemos el discurso de Hugo Chávez, en donde mencionó que había una campaña orquestada por los EEUU para el “no” a su nueva constitución. Y más de uno le aplaudió. Cambiemos el escenario. Tenemos a Franco diciendo “esto es una conspiración judeomasónica”. El mismo que aplaudió, abuchea. No comprende el trasfondo de todo esto, cree que una idea es buena y la otra, mala.

Lo irónico de todo eso es que es una situación inversamente proporcional, cuanto más mira el político a los EEUU, menos mira por su política. De siempre ha sido muy económico abrir la boca y hablar mal del vecino, sin hablar mal del propio. Miles de horas de discursos orquestados por señores como Fidel, Goebbels, Mao, Stalin, Mussolini y demás hombres indignos de la sala de partos y del desarrollo decidido por la Naturaleza.

Si sabes un poco de lengua castellana, inglesa, francesa, alemana, china o lo que sea y conoces ciertas normas gramaticales, puedes abrir la boca y decir lo primero que se te venga a la mente. Tan simple como eso. Puedes hacerlo con miles de oraciones, por lo que si tenemos un cerebro interesado podemos decir esta u otra conjunción de palabras para atacar a quien odiamos, ya sea por interés económico, político o por otra monserga.

En este caso, mi querido lector, voy a lanzar un alegato contra los EEUU para que te des cuenta de lo sencillo que es imitar a los grandes líderes. Adelante pues. Por cierto, esto es el primer tipo de patología conspirativa que vemos, el de echar la culpa a personas vivas o instituciones.
He de deciros que si estoy por acá es que tengo una cosa que comentaros. Tened paciencia, que es una larga historia. Bien, veo que estáis en vuestros sitios. Empecemos pues. Resulta que en el inicio de mi vida adulta, vivía en un buen piso con vistas al centro. Estaba solo y feliz. Tenía libertad total de horarios, así que miraba feliz a todo transeúnte vivo que hiciera buen uso de sus piernas. En mi trabajo me trataban bien y hasta las chicas me soltaban piropos. Una de ellas se convirtió en mi novia y posteriormente en mi esposa. Cuando estábamos casados, nos dimos cuenta de que el piso no daba para tanto y nos mudamos a uno más grande y caro. A partir de ese momento, lo perdí todo. La mujer era una espía secreta de la CIA, que no soportaba ver a la gente con felicidad absoluta, porque creía que no existía. Los piropos que me soltaban eran inteligentemente orquestados por compañeras de espionaje de mi supuesta mujer.

Oíd, compañeros. En donde otros ingenuos ven que la mujer no es buena gente, yo veo mucho más allá. Veo un plan inteligentemente orquestado por los Estados Unidos para causar inestabilidades sociales sin necesidad de ejércitos privados. Las mujeres nos están quitando nuestra plata, compadres. Ya hay bolsas de pobreza en algunos barrios de Buenos Aires. ¿Qué quiere decir? Pues que la CIA ya ha dado el primer puñetazo sobre la mesa. Quieren que nos peleemos, para que Latinoamérica no prevalezca. No debéis entender que son mujeres ineptas porque esto es lo que el poder quiere. Unos borregos manipulados que echan la culpa a sus propios errores. ¡No! ¡No seáis indolentes! No os caséis con la primera maciza que pase por ahí.

Algunos me dicen que no sea tan paranoico y que acepte la teoría de “sos un inepto con las féminas”. ¡Esto nos aboca al peligroso conformismo! ¡Nos arruinaría como país! ¡Luchen por la integridad de Argentina y posteriormente por la de Latinoamérica!


Hay una variante de esta patología, el enemigo muerto. Aún estando cadáver, le tememos. Un discurso de algún moro adaptado a los nuevos tiempos.
El Cid está muerto. Finado. Expiró. Pero no nos confiemos, su alma sigue presente en el mundo de los vivos. Hermanos, seguid luchando por Alá. Tenemos que recuperar las municiones valencianas que tan vilmente nos arrebató aquel infiel cristiano. Aquellas balas bendecidas por Alá ahora deben de tener un aura negra, puesto que han sido bendecidas por un dios pagano conocido como Jesucristo. Os animo a que le plantéis cara. ¡Al Andalus es nuestra!


Finalmente, tenemos la última variante. La que afecta a los objetos inanimados, porque nosotros también tenemos derecho a temer a alguien que no se puede mover por su propio pie. El ser humano es así de intelectual. Un ejemplo de ello lo tenemos en el discurso de Pedro, cuando temía por la integridad de sus microbios.
Tetera asesina, he aquí el enemigo que acabará con mi propio ser. Lo trae una anciana inconsciente. Piensa que es para su propio uso, pero debe pensar en el prójimo. ¿Acaso sabe ella que necesito de mis microbios para poder tener un ser propio? Necesitará una tetera, pero yo necesito mi ser. Irrelevante es el objeto, asesino conocido en potencia. Sé que 5 naciones quieren el objeto. No me quieren. Hago un llamamiento a los derechos humanos para acabar con la tetera. Siendo más sencillos, que alguien me haga el favor de ir a la casa de la vieja, coja la tetera y la tire. Habrá expirado. Estaré a salvo. El benefactor será recompensado con dos cajas de galletas. Corran, que la cosa ésa está montando un buen plan conspiratorio.