Las locuras del jardín inexistente, más información en su editorial preferida.

¡Nos han invadido!

Noticia de IMPACTO, nos hemos mudado a Wordpress. Si queréis seguir con CDE, Cerebro de Espuma II

31/1/08

Leónidas Breznev fantástico


A lo lejos oía unos pasos. La tierra temblaba. Bah, para qué... es pan nuestro. Eso pensaba yo. Seguramente sería algún timador ruso. Pero no fue así, resultó ser alguien mucho peor. Más temible. El agua era precavida, sus ondas avisaban del villano. Creí que sólo iba a robar a algún desgraciado y santas pascuas. No obstante, entró como un elefante en una cacharrería. Nada le detendría. La leyenda cuenta que cada 100 años, un famoso gigante ruso marca las eras de nuestro pueblo. Básicamente, lo arrasa. Los habitantes se tienen que buscar la vida, mientras la mayoría acaban siendo devorados. Sin embargo, ¿quién iba a imaginarse que esta leyenda fuera real y encima ejecutada por el presidente de la Nación Soviética?

Breznev se volvió gigante y aplastó mi casa. Después se comió unos tacos con toda mi familia dentro. Al finalizar, mientras se chupaba sus dedos, me dijo: ¡Puedes y debes vivir como un hombre solitario! Me cogió y me tiró hasta Moscú. Viví dos años asolado en la miseria moscovita. El olor de la lluvia era diferente al de mi pueblo natal, cerca de la frontera con Finlandia. Olía a orín. No lo veíamos, pero sospechábamos de que nuestro presidente estaba meándose en nosotros. Otra vez se volvía gigante. Su cabeza tapaba los rayos del débil sol.

En cuanto a los bosques moscovitas que había a las afueras, el olor era bastante diferente. No había árboles, sólo matas y matas. Entre ellas vi un poro de piel. ¡Este bosque no podía ser natural, sólo podía ser cejijunto! Las frondosas cejas de nuestro patriarca acechaban. Más que cuidarnos, nos tiraba al mundo como si fuéramos unos perros salvajes. Cada vez que quería salir de la capital, Leónidas se disponía a masturbarse para encerrarme con su semen. Siempre lo conseguía. Pensé que me estaban persiguiendo. Pero no era el único. Muchos habitantes de los barrios situados en el término municipal apestaban a semen.

En mi periplo por la ciudad, la música que antiguamente ejecutaban los rusos con tanta alegría dejó de oírse. Fue ahogada por las risas de fondo de Breznev, que se sentía como si estuviera jugando a un juego en donde él era el único jugador y dominador absoluto. A menudo probaba el borde afilado de sus cartas en manifestaciones. El terror dominaba aquel ambiente. Separaciones de tronco y piernas se sucedían en abundancia. A la mínima que estuvieras en aquellas calles en el momento equivocado, podías decir adiós a tu cintura.

De repente, le dio cáncer. La vigilancia había bajado exponencialmente, por lo que nosotros tirábamos piedras contra sus testículos. Le dolía. Pero más le dolía ver cómo su pueblo en realidad no le quería. A pesar de aquella flecha en el corazón, volvió con más fuerza que nunca. La ola represiva fue superior. Hacía popó contra emblemáticos monumentos. Sí, no se rían. El Kremlin fue destruido totalmente tras 27 cagadas. Y se produjeron muchos cortes en el servicio del metro moscovita.

Entrado en cólera, rodeó las ciudades más importantes de la URSS con los pelos de sus cejas. Y podías sufrir un gran golpe de calor, ya que usaba sus gafas para aprovechar el poder de los rayos del sol. A veces se entretenía cortando carreteras, otras cortando servicios comerciales. Cada vez éramos más los que buscábamos la libertad. Pudimos escapar, ya que nuestro amo no daba abasto con sus pajas. De tantas huidas, tiraba esperma de una calidad estrepitosa. No era nada pegajoso. Todos nosotros formábamos una sociedad alternativa, que en secreto habíamos ido descubriendo los agujeros de la protección cejijunta de Mr. Leónidas. Se tiró de los pelos viendo que su segunda protección fallaba.

Moscú se quedó sin buena parte de su población. Vimos cómo Leónidas maldecía en una voz condenadamente alta: ¡Mi corazón! Cayó de manera fulminante. Al cielo mirábamos, cuando vino otro gigante que no paraba de decir: ¡Os daré el amor que Leónidas robó! Ante tal reacción, no gritamos de manera eufórica. Nosotros somos escépticos, ya hemos recibido palos de numerosos políticos. Cuentan las leyendas que en la época del Zar, era común ver a este déspota disfrutando ensartando a pobres en un pincho y comiéndolos.

30/1/08

El Infierno existe. Chitón.

Sí, está en Cuba y Francia. España llegó a tener ambos, y de su herencia tenemos a Satán viviendo en España, en las Tres Mil Viviendas. Nada menos que un barrio gitano. ¿Por qué se atreve a vivir en tal lugar? Porque en realidad, quien tiene la culpa de los males de los gitanos -atracan en cada parada, molestan al personal cada dos por tres, violan a los etcéteras, et.... agh- es el mismísimo Diablo. Los gitanos actúan así porque necesitan ganar puntos para ser clientes VIP en el Infierno. Hace mil años, esta etnia selló un compromiso con Lucifer al llegar a España. Prometieron ser malos, malísimos. Esta deuda contraída en aquel momento durará hasta la extinción del Homo Sapiens Sapiens.

Cuando cobren la pensión en su senectud, les mandarán a Francia en un viaje organizado por el IMSERSO. Así conocerán de primera mano el Infierno -los viajes a Cuba están muy caros-. Y comerán sopa de pescado, porque hay que acostumbrarse al Infierno, lleno de excedentes de pescado. El caso es que ese instituto es estatal. Hace poco, Malcolm X, resucitado de su tumba, trabajó día y noche para desvelar la trama del Infierno, que alcanza a altas esferas. Don Simón produce la bebida oficial del Infierno, su famoso vino tinto. Desde 1996 firma un acuerdo con Satán por 50 años. El 30% de su producción sobre el total se destina a dar de beber a los pobres sufridos.

Asimismo, Satán fue listo en el contrato y se queda con el 50% de los beneficios anuales de Don Simón, que recibe subvenciones estatales anuales (un 15% de sus beneficios provienen de esta vía). Un décimo de estas subvenciones van para el Diablo -se podría decir que el Estado contribuye indirectamente y directamente al patrimonio del Diablo, pero de lo último nos ocuparemos más adelante-.

Cada cuatro años, la política juega un papel importante. Satán puede predecir el futuro. Siempre se arrejunta con el político que ganará las elecciones. Éste le da jugosas subvenciones para su Infierno y sus patrocinadores -de hecho, él presionó en 1997 a Aznar para que subvencionara las actividades de Don Simón-. Todos los años, hace presión para que el político de turno difunda entre sus amigos que hay que ayudar al pobre gitano. Por eso hemos sufrido durante años viendo cómo estos señores tenían de todo.

Las subvenciones al cine, que son encubiertas para dar sensación de tranquilidad al pueblo, en realidad son para cubrir los gastos del Infierno. El diablo se queda con el 10% de ellas para su fortuna personal. El otro 90% es para mejorar sustancialmente el Infierno -en 2003 pusieron baños de oro en las sucursales más viejas, cubriendo así sus gastos-.

Y se sabe que microdiablos, enviados por funcionarios infernales, despiertan el fuego de la corrupción en políticos como Jesús Gil. Ahora éste se encarga de la administración financiera del lugar ardiente ése. La corrupción es otra vía de combate de Satán para ganar acólitos.

¿Qué hay del futuro? Malcolm X termina esta investigación con un pequeño análisis:
El Infierno se quedará muy grande, habrá que cubrir la demanda. El Diablo está negociando con el Estado la creación de unas oposiciones a trabajador infernal. Asimismo, se prevé unas revueltas horribles. Por eso la muerte de Mangolele, dictador de lo peor, está programada para que éste se eleve como el nuevo guardia diabólico e imponga la ley. Será peor, será espantoso.

26/1/08

Filosofía digerible

Palabra a palabra, Sócrates creó a un Platón, donde podía meter la sopa que tanto deseaba cocinar. Pero nunca fue un hombre completo, pues le faltaba el Cucharón. Mató con palabrería y murió con veneno. La cuchara vivió en un segundo plano, sin poder aspirar a residir en el mundo material, el que creemos fidedigno.

En el mundo de las ideas, donde nada es tangible, Cucharón se pasaba el día intentando recordar a Platón. No lograba más que débiles intentos, fogonazos mentales. En un ambiente totalmente vacío, que cobraba vida de vez en cuando gracias a la teoría de las ideas del Recipente de la Sopa.

Por otro lado, en la nueva sociedad, que a día de hoy aún no ha sido disuelta, Realidad S.A., Platón se empujó. Su hombro se luxó en un intento de sacarle de la silla. ¡Di Filosofía!, decía su alma. Vio que la sopa socrática estaba algo sosa y la aderezó un poco con “El Mito de la Caverna”. Ah, falta la cuchara, se lamentaba.

Aristóteles chupó de la teta de su madre. En el mundo de las ideas, todos echaban de menos a Cucharón. Se había incorporado a uno de los discípulos de Platón. El Elegido, vamos. Sí, esa criatura que en tantas culturas aparece como la salvadora de tal cual. En la escuela, Platón y Aristóteles no se decantaban por el beso con lengua. Les parecía vulgar. En vez de ello, dejaron que sus cerebros se manosearan virtualmente. En ocasiones, llegaban a una afinidad que asustaba hasta al más pintado.


Recuerda, mi amigo. Estás ante la oportunidad de tu vida. Haz historia conmigo. Debemos hacer que las ideas de Sócrates sean digeribles. Conviértete en Cucharón

Después de ese momento decisivo, la sopa fue conservada en una nevera futurista con alimentación propia -su batería puede durar cientos de años-. Se demoraron en cortarle la energía. “Pudríos en papel de plástico”. Alejandro Magno lo dijo, a la vez que leía las instrucciones del frigorífico suelto que se encontró en alguna parte de Grecia. En el futuro, una madre reñía a su hijo.

“Hijo mío, ¿a dónde demonios ha ido a parar nuestra nevera?”
“Mamá, sólo sé que me maté llevándola. Quería probar con una caja misteriosa que encontré en la basura. Resultó que se la tragó”
“Al cuarto, tu cuento no me lo creo”.

Mientras romanos y griegos se intercambiaban sus metales, que no se habían inventado las tarjetas de visita, la sopa se pudría en la nevera. Cogía un poco de frío, sólo que no se resfriaba.Ventajas de no ser un miserable humano. Cristianos, bárbaros, etc... Nadie se preocupó. Averroes llegó y se sintió atraído por aquel objeto blanco. Naturalmente, lo abrió y se sorprendió. “¡Encontré la sopa de la sabiduría! ¡A Córdoba!”. La probó y le sabía a poco. Así que la aderezó con especias árabes. Sabía mejor. Se rebanó los sesos fabricando la receta, que circulaba de mercader en mercader hasta conocer los fangos del mercado negro.

Con la Iglesia reinando en Europa, Tomás de Aquino consiguió la receta de contrabando. La preparó tal y como mencionaba Averroes. No le satisfacía del todo, así que al lado colocó una guarnición. Pequeños cambios. “Sopa a la Suma”, fue la receta que legó al mundo. La sopa ha ido recibiendo mejoras por parte de señores como Kant, Hegel, Locke, Descartes, Ortega y Gasset, Sartre, Hume, etc... hasta llegar a nuestros tiempos. Hoy puede elegir entre 1.772 sabores de sopa. Si quiere la clásica, hay que ir a la tienda de antigüedades del vecino.

23/1/08

Necrólogicas

El humor ha de copiarse del periódico, auténtico destructor de la entropía natural. Aquel ente coge a los muertos y los ordena según los pavos que hayan soltado familiares y demás. También rige sobre el tamaño. En un metódico orden, observas con dolor cómo abajo, en un perfecto cuadrado, te salen con el muerto de turno. Quieren amargar tu vida. El humor te la alegrará y te traerá los mismos contenidos.

Pablo Pavlo

Un objeto metálico se adelantó a los demás y se alojó en su cerebro. No obstante, su presencia fue breve. Con ese huésped, el hotel cerebral entró en quiebra y fue disuelto como sociedad.

Gilles Méndez

Expiró. Dejó de existir. El hilo vital se le cortó. Caducó. Ha ido al cielo a encontrarse con su creador. Murió. Falleció. Estiró la pata. Se compró un pasaje de sólo ida al otro barrio. Deja de bailar con la Muerte

La Muerte

Carece de descendencia. Probó con su guadaña de acero toledano. Paradoja. Murió la muerte. Que los periódicos recorten dos páginas. Todos recordaremos tu heroico recorte económico.

Ratoncito Pérez

Dios le ahogó, ese mismo le acoge en sus cielos. A nado, no anduvo. A flote, muerte asegurada. Ironías. Ahógose. Remontó en sus mejores sueños. Realidad, respiraba sin aire. Diente por diente, en vida se apropió de muchos dientes y en muerte, el agua se apropió de sus pulmones.

Robinson

Uno cualquiera, elija uno de los tres mil que hay. Dedicatoria estándar. Batió el récord de longitud en cuanto a piernas. Que descanse, que no se enterará. Ya poco podemos hacer para despertarle, que sólo concebirá el estado de paz.

Dentífrico

La mano asesina le sacó hasta la última gota de su patrimonio. Que en paz descanse en el cielo de todos los santos. Q.E.P.D.E.E.C.D.T.L.S.

Roberts Lion

Al término de su vida, se dividió en mil y repartió carne a los justos. Todos los miembros de ETA deseamos que Dios le ayude a columpiarse. No se preocupe por el páncreas que recibió Iñaxi, ya está en su tripa. Lo mismo le agradece Patxi, quedándose con su bazo.

El gamo

Su adaptación natural a los cazadores no resultó satisfactoria. Entre dos huesos, una bala de cinco centímetros le dio quinientos centímetros de sufrimientos. Cayó en el aire, vivirá de éste.

20/1/08

Aire vendedor, emprendedor del aire.

Antes de salir a escena, John Frank se ajusta los pantalones. Tiene que soltar la sorpresa que miles de fieles esperan desde hace meses. Hasta un importante porcentaje de ellos se ha alimentado principalmente de pan y agua para poder ahorrar. En escena entra Frank. Aplausos. "Bienvenidos a La Nota de la Llave '08", dice el conferenciante. A continuación, empieza con lo débil. Nueva actualización para iAir. Filtros de aire más limpios en un 20%. Además se ha corregido un fallo de seguridad importante en el software. Público aplaude y bosteza a la vez. Se quedan encerrados en una confusa ambigüedad. Murmura un sector, que arma jaleo en esa fiesta.

Un simio escribe. "Por favor callen y vean", pone. El público deja de mover la boca para dar cuerda a sus ojos, mirando distraídamente, mientras John Frank anuncia otra de sus sustancias alucinógenas. Un software para sincronizar los futuros objetos de la compañía. Llamado iStone UD. Lanza un gesto revelador y dice "Novedad a venir". Lo cual es suficiente para que el público se frote las manos. Esperanzas subiendo en Bolsa. Se cierra el telón. Larga espera de quince minutos. Manojos de gente charlando con nervios.

John Frank abre el telón. Se presenta un escenario que representa algo supuestamente natural. Dice: "Llegado de la más lejana naturaleza, lo que esperabais... iStone". Acto seguido, muestra una piedra con el símbolo de una manzana tatuado. ¿Qué es esto?, se pregunta el público. El conferenciante, con su magnífica labia, suelta el siguiente discurso que reproduciremos a continuación.

La piedra venida de los mejores tiempos, más ligera y manejable que nunca. Ahora puede sincronizar con vuestros ordenadores. Hemos estudiado a fondo la usabilidad de las piedras para que el usuario corriente la pueda manejar en su día a día. Como veis, no pasa de los 200 gramos. Tenemos otro modelo, iStone .pro. Para los más exigentes, los que tienen las manos más grandes y necesitan una piedra todoterreno. Pesa 333 gramos justos.

Tira la iStone al público y sorprendemente vuelve.

Como ya habéis visto, tiene una capacidad única diseñada por nuestros ingenieros. No la encontrarán en la Naturaleza. En efecto, se trata de la tecnología "Rebota-bota". ¿Para qué sirve? Para poco, pero te puede ser útil. Y acábose la fiesta. Debo decir el precio. iStone, 99 dólares. iStone .pro, 199 dólares.

El público aplaude y deja salir el sudor, proveniente del país de la excitación. Internet echa humo, la minoría selecta habla de esas piedras. John pide calma para enseñar la última cosa. Una actualización del iPaper. "Ahora podrás escribir con papel de la mejor calidad, equivalente al que veis en las revistas, y con el logo de Apple certificado a seis dólares el paquete". Sanseacabó. Una conferencia corta, gente feliz. Y una nueva polémica que alimenta lo selecto de la red durante días.

16/1/08

Regando con chispa al planeta.

Al pueblo hay que traer especias épicas. El telediario del futuro convergerá con una serie de verdades variadas para entretener al pueblo. Las noticias tontas del hoy y la seriedad manipulada, con los sucesos exagerados hasta el límite, cuentos bonitos que son reales y condenas antes de tiempo para instalar el programa "Miedo" en la conciencia del ciudadano, marcan un camino claro hacia lo que será el futuro.

La némesis del presente, tirando para adelante, estará llena de fantasía y manipulación. Será diaria. Aquí tienen una primicia. Nacerá una sección en Cerebro de Espuma a partir de esa idea. Teleloquesea se llamará, pero no será diaria. Usaré días de cualquiera otro planeta para poder justificar que son diarios. No podéis estar engañados, lanzaré un telediario con cada día lunar, veintiocho días terrestres.

Primero, el acontecimiento de despertar al vecino con un coche y su consiguiente improbabilidad. En un sketch de Monty Python Flying Circus, donde tontos competían por ser el mejor del año en pruebas de toda clase. Bien, una de ellas era la de hacer dejar de dormir a un sufrido vecino golpeando la puerta del coche una y otra vez. Lo sorprendente era que el hombre dormía al aire libre y no se levantaba con mala leche. Teniendo en cuenta estos factores, considero que la probabilidad de que se repita eso en la realidad es inferior al 1%. Sin embargo, factores como el dinero y la simulación pueden subir exponencialmente esta probabilidad hasta llegar a cifras cercanas al 100%. Todo es cuestión de probar.

Benefactores de la humanidad

Listados, listados. Feos macacos que sólo querían hacer ver al pobre conciudadano otra vida mejor, que enseñaban el concepto de libertad en lugares tan espaciosos como Júpiter. Hacían de la selva, con sus amables habitantes, su casa. Eran hospitalarios. Sólo querían el poder de Colombia para poder dar una vida mejor. Ahora, por vueltas de la vida, son buscados. Supongo que el Mono Jojoy querrá dar un golpe de estado. ¡Un país gobernado por él!

Caballero inglés: ¡Ja, ja, ja, ja!

Muerte dulce

El señor Lamar, todo amor y comprensión


Y su secuaz, Trujillo, belleza comprada a plazos. Tiene la misma capacidad de ligar que una almeja. Quizás por señoras como ella, florezcan los lugares de novios de todo a cien

Asesinato. Dolor. Humor negro. Veo eso en este caso, con lo que ha ocurrido en los Estados Unidos. Lamar Roberts se ha transformado en chocolate y su novia, en azúcar. Una niña de siete años caminaba por aquí. Novia y novio se mezclan para cambiar de mundo y entrar en el apasionante sistema circulatorio del infante. La fémina, Heather Trujillo, aumenta su poder. Roberts también lo hace. Sincronización. El nivel de azúcar en la sangre sube de manera meteórica. Pareja goza y sale.

Roberts, ex-esclavo de todo a cien -en clase, se avergonzaba de mencionar su profesión. Trabajaba encerrado en una jaula, ofreciéndose a las féminas para que el jefe chino se ganara el pan-, se sacude el polvo. Heather Trujillo, que compró a su actual novio por 98 centavos en una tienda de novios a 99 centavos -era una oferta que vino muy bien cuando ella sólo tenía 98 y su madre no le quería dar uno más-, chupaba alguna que otra gota de sangre. La niña sufría sin parar, le dio una diabetes galopante. Roberts se convirtió de nuevo en chocolate. Perdió un trozo, que pasó a la boca de la infante. Cuando el trozo se integró en el cuerpo, la remató. Murió. Hoy ambos serán pasados a disposición judicial. No es de descartar que el juez del caso se coma un donut con el azúcar de Trujillo.

¿Sabes de un chiste? ¡Recomienda la Regenta!

En aquestos tormentosos tiempos de incultura, estulticia, ignorancia y tozudez, donde hasta el loro del vecino sabe dar más de diez toques al balón y se adora al objeto esférico ése, sale de la nada un héroe nacional. Miroslav Zeman, checo, corre por toda la ciudad gritando: "¡Apalabrad vuestras neuronas con las letras y no con el balón!". Sostiene la Regenta. Doscientos violentos hinchas le dan de palos. Aún así, es luchador. Corre de nuevo, a duras penas. Zeman es héroe.

Truco ciudadano

Una furgoneta del Summa observas en Madrid. Recorre el asfalto. Y anuncia un número. 112. Preguntas por la Summa Teológica, de San Tomás de Aquino. El 95% de los trabajadores te dirá: ¿Es un bromista? Pero puedes convencerles. Esperas. Aquí va alguien detrás de ti. Te dice: ¡Toma suma! ¡Suma de somantas te doy! 4+5, nueve. La orografía de tu cráneo sufre transformaciones bruscas.

Microbios opresores


La foto deja sin aliento a quienes pueden ver. En efecto, la mano del esclavo Carod se encuentra con la del amo Juan Carlos. Sus pieles se cruzan e intercambian microbios. Encuentro sanísimo. La sonrisa de Carod Rovira indica que en realidad quiere gozar con el Rey de la Nación. Quiere intercambiar mucho más que microbios. Ha contaminado Cataluña con los microbios del monarca. Si es que además de pagar impuestos, sufren indirectamente a la Monarquía. Catalán, tiene una misión. Evitar que Rovira enseñe sus manos y contamine al pueblo de Monarquía.

Final con alegato de muerte al "Tonto el que lo lea".

Presentador, si lee este documento perderá neuronas poco a poco. Se quedará sin capacidad de voluntad. Sólo podrá soltar lo que lee. Luego dejará de hablar. Será vegetal, no podrá hacer nada. Adiós.

13/1/08

Entre escalas

Entre viaje y viaje, al irme a una ciudad algo desconocida para los aeropuertos de nuestro país, tuve la mala suerte de sufrir el síndrome de la Escala. No deja rastro en el cuerpo, pero deja coñazo. Al menos, desde la transformada realidad del aeropuerto, puedes contar algo de materia negra.

Heatrow, Londres.

Vi a musulmanes dirigirse hacia la Meca subiéndose a la modernidad aeronáutica. Curioso cuanto menos. Y vi lo que debía de ser un agua especial, una vulgar garrafa de plástico envuelta en una bolsa de plástico llena de letras árabes. Debe ser que en Londres no hay agua y no me he enterado. ¿Y si pruebo a robar este elemento líquido? ¡El maná vital! ¿Rezarán igual en Arabia Saudí? Glu, glu. Agua vulgar, gracias por saciarme.

Autobús entre aeropuertos.

En aquel transporte del infierno, que llevaba de Heatrow a Gatwick, finalmente no hubo azufre ni fuego. En cambio, fue espolvoreado con aburrimiento. El asiento del autobús mullido era. Recorrimos las carreteras londinenses, rodeadas por un verdor que apenas imponía. En algunos intervalos de nuestro querido tiempo veía negro y a veces hasta imágenes que procesaba el cerebro. Ese pasto no me dejó completamente satisfecho. Pasé el viaje entre verdor de cartón y coches circulando por la izquierda, como queriendo ir en contra del mundo.

Aeropuerto de Gatwick, Londres.

Libros comodones.

Vi el acontecimiento más inesperado surgido de unas terribles profundidades sin determinar, una máquina expendedora de libros. Anunciaba ideas a mogollón. Lástima que la poderosa máquina publicitaria, con sus best-sellers, ensombreciera aquel milagro que no soltaba baba ni tenía músculos. Clac, moneda al hoyo, cae libro. Lo coges, hoyo de ideas hallas. Descubres que vacío está. Un billete al buche pues, que lo caro es bueno. Otro sumidero de ideas sin fundamentar. ¡Estafa!

Minidictadores.

Por algún milagro, me asomé a ver la zona infantil del aeropuerto ése. Sonó como una metáfora de un país africano que se desmembra a marchas aceleradas. Entró un niño. Dominaba el territorio y cogía al pueblo, representado en cubos de juguete blandos, y se lo tiraba a sus rivales políticos –niños desconocidos provenientes de una generación más pasiva que activa, preocupada por sus menesteres-. Se montó una guerra civil entre niños. Los cubos seguían en pie, prevalecía el pueblo.

Avión

Pidiendo milagros al carro*

Aquel trasto debía llevarme a Houston. Pero no emitía señales de despegue. Aburrimiento. La situación pintaba morena para que me llevara una de aquellas revistas que dejaba al descubierto la parte trasera de algún asiento. ¿Tendrá fondo? Asomaba una. La cogí. Mi concepción interior explotó, era todo un curso de cómo aparentar superioridad. Ni una mención a la metafísica, pócima necesaria para llevar una buena vida. Menciones incansables de supuestos expertos para que pasaras tu tarjeta de crédito. Avión carero gana con ingenuo

Supongo que habrán contratado a monstruos del marketing. Imágenes apabullantes que pretenden representar algún ideal de perfección dejado en algún baúl. Textos hechos para lanzar al usuario como un caballo desbocado a ese sencillo mundo del consumismo -¡cómo sudan con las lecciones de economía!-. Compra, olvídate de lo molesto.

Impotencia volante

La trayectoria del avión, que empieza a ascender en Londres hasta el sur de Groenlandia y a descender desde ese punto hasta Houston, nos nuestra una metáfora de la vida sexual. La fogosidad la hallamos en el norte de Inglaterra. Es la pubertad. Vamos para arriba, alcanzamos nuestra madurez con el frío, cerca de Islandia y Groenlandia. Luego, en Canadá, nos empezamos a preocupar. Fornicamos menos. Pero ya es imparable, el pene no irá al Valhalla. Sur de Canadá, eyaculamos a duras penas. En los EEUU ya ni se pone erecto. Ya se puede despedir de aquellas ninfómanas del Valhalla que no saben trinchar un pavo. Luchamos. ¡Aterrizó en Houston! Mi pito ha fallecido, señores. Eso es la impotencia. No sabía que fuera tan cara.

*En los vuelos, en un momento determinado, las azafatas van por el avión con un carro tratando de venderte cosas. Sin impuestos, pero con un precio superior.

11/1/08

Al asalto de la calle.

En Cartagena, la cosa está que arde. Jóvenes salen, cargando una mentira que sólo sería sostenible hace cuatrocientos años. A continuación, cuatro vistas filmadas de aquellos púberes que no temen perder diente alguno.

-Desde el suelo, se ven las piernas de un joven. Tranquilas y sin rastro de nervios, proporcionan la fuerza necesaria para poder dar un discurso largo al pobre currante, que agita con fuerza su zapato esperando el fin de aquella tortura.

-En otra toma, desde un helicóptero, se muestra una boca en primer plano. Algunos se fijan en el grano que hay en uno de los carrillos, pero tenemos que comentar las acciones de aquella puerta por donde la comida se despide del mundo real. Está un poco nerviosa, la baba empieza a preparar un plan estratégico para hospedarse en la piel de la cara.

-Un aficionado graba a uno de aquellos jóvenes en todo su esplendor, con la vista perdida y sin saber a dónde ir. Sigue a sus compañeros, sin pararse a reflexionar. Simplemente cumple sin pensar. Quizás sea uno de esos individuos que se suman a masas, le es más fácil así. El que sostiene la cámara alcanza a grabar algunos comentarios del joven, hechos con desganas y memorizados cual papagayo.

-Estaba junto al obispo. Él quería tomar una foto de su nuevo miembro para recordarle. Por ahí venía el novato, con una cara gris. Pude observar cómo sonreía al ver una cámara, sostenida por uno de los jefes del clero. Éste le estrechó la mano con una alegría que tumbaba colosos. Pero en cuanto se dieron la vuelta, ambos volvían a poner caras grisáceas.
Eso nos cuenta Tomás, un periodista de "Coco murciano".

Pasos que imponen. He aquí la otra alternativa. Reparte panfletos para advertir de los malvados planes del clero murciano. Gritan: ¡El obispo al grill! ¡Los jóvenes, a la escuela! También observo a algunos ateos con caras largas. Me uno. Construyo mi grito: ¡Jóvenes, follaros a la Razón! ¡Es una buena chica! Me aplauden. Me desvío del camino. Veo a algunos militantes de la cruz. Les llevo a un harén. Observo cómo tiran a la mierda sus creencias para satisfacer a la biología.

Aquel día el harén tuvo más éxito que nunca.

10/1/08

Titulares con impactillo

Un buen titular puede decidir el futuro de la Gallina, periódico que funciona a nivel regional. La gente se fija en lo más grande, lo que más impacto causa. Por eso en los periódicos que ves todos los días, puedes observar titulares que causan impacto. Titulares escritos en pocas palabras que deben resumir perfectamente la noticia y a la vez causar una sensación en las personas que sea exótica. Quien domina el arte, vende. Quien domina la apariencia y la profundidad, domina el mercado. La Gallina se enteró hace poco de estas sabias palabras y en el año nuevo quiso mejorar sus ventas, que no pasaron de las 100.000 en todo 2007. El martes ocho de enero del 2008, empezó la nueva ilusión. El siete de enero sus redactores se sisaron las neuronas y no escatimaron medios para adelantar al resto de periódicos del país de la Esponja. Mejor ved el resultado por vosotros mismos.


Benditas violaciones

Pero un titular largo y mal resumido puede propiciar hundimientos traumáticos, siguiendo la filosofía del "Preowned" -existencia en el mundo material- y "Owned" -hostia existencial-. Y más si los principales redactores están de vacaciones. El suplente del tinglado, Robert Powers, no sabía hacer títulos. Y ahora, para regocijo del pueblo, que ara:

Niño atacado por rollo de periódico -era un ejemplar traído del futuro, la Gallina del 3 de marzo-


El gigantismo duele

Atención, adjunto prueba gráfica... ¡Ese Robert Powers, maestro en hundir empresas! Si es que no sabe ni cuál es el tamaño máximo del titular.


Apalancados en el tiempo estamos, mi amigo

Mientras el creador de la tremenda noticia de las violaciones y sus acólitos estaban en Miami rascando la parte por donde el hombre pone la semilla y suelta extraños líquidos de color amarillo con unas uñas alargadas producto de la vagancia, la Gallina dejaba de ser seria. Robert Powers y su fotógrafo, Nico Callao, convertían el periódico en el primer humorístico que se veía en la dictadura de Bob Esponja X. Lo cierto es que el nombre no era el más afortunado para un periódico serio. Con titulares jocosos, la Gallina iba inevitablemente hacia su ruina.


¡Sal de tu pokéball, bicho!

El error fue no decidir claramente su línea editorial. ¿Periódico serio o humorístico? ¡No sé! En febrero, la Gallina tocaba la cantidad de 3.000 ejemplares, en marzo se disolvió con un impacto tardío: ¡La Gallina disuelta!

7/1/08

Historillas de los estadounidenses, con toques de subjetividad

CDE se congratula en decirles que ha estado años fuera, en esas tierras grandes conocidas como Estados Unidos. Se ha alejado de Madrid para ofrecer historias de todos los sabores, sin dudas. Este servidor ha viajado a Houston para visitar a alguien que se sabe. Pero también ha sentido curiosidad. Ha visto 32.821 asesinatos de gatos por esa causa. Se ha alejado un poco de la curiosidad para llevársela en formato portátil. Menos peligro pues.

El gato.

Aquel gato bebía agua en el váter, desconociendo su entorno. ¿Y si llegara a beber orín? Estaba desorientado y con la cola elevada en busca de peligros que no existían. Tras alejarse demasiado de su hábitat natural -vivía en la casa por gracia de alguien que tenía todos los derechos sobre su vida. Una amiga suya le regaló el felino, supongo que por complicidad- nuestro minino busca refugio donde sea. Se vuelve vago, ocioso y paranoico. Comprende que el calor del chalet no le sienta muy bien pero no puede evitar buscar esta anhelada comodidad que halla. No sólo los seres humanos tenemos un conflicto de intereses. También los animales que no piensan "Thompson se lía con bolleras" tienen esos problemas.

Los peces de Jesús

En aquellas tierras bárbaras, donde los coches engullían gasolina y transportaban a guerreros cada vez más gordos y felices, en algunos maleteros se manifestaba el amor a Jesús por parte de los conductores -el cachondeo que habrá si se refieren a algún primo que se llame Jesús-. Girando mi cabeza, veía a los peces multiplicarse en un ambiente repleto de tubos de escape. Al igual que Jesús multiplicó los panes y los peces, la demanda ha multiplicado los peces de metal que vienen a representar una idea de lo más materialista. Vaya, un amor inmaterial que se manifesta en el materialismo más puro que haya. Eso sólo puede pasar en el maravilloso reino del ser humano.

Los mortales peatones.

En aquellas calles de Houston, el coche era considerado el Sumo Sacerdote. Aquel amasijo de metal, con la complicidad de todo el mundo, despreciaba a amasijos de carne y hueso que le daban a la pierna. Su despreció llevo a las aceras a guetos reducidos. En las urbanizaciones sobrevivían amenazadas por el césped. Añado que sólo cabía una persona en toda su excelente anchura. ¿Semáforos para peatones? ¡Encárgate de que no crezcan, regidor de la ciudad! Así, el peatón se convirtió en una especie en peligro de extinción. Sólo sobrevivía en algunos reductos como el Downtown -para explicarlo, diremos que es un amasijo de edificios juntitos en un intento de realizar una ciudad a la europea-. Para poder moverse por la mayoría de la ciudad, había que moverse al ritmo que dictaba el orden. Moverse con el coche. De ahí que unos peatones perdidos en alguna urbanización fueran considerados como un milagro de los dioses. Podías recorrer infinitos kilómetros con el carro, que sólo encontrabas a peatones temporales que se dirigían a sus dimensiones -vehículo o tienda-. Los seres auténticos, que habían manifestado claramente su ambición de pasear para llegar a buen puerto, caían ante la tentación de las cuatro ruedas. Les confería un poder especial para moverse por la ciudad.

Arrasamiento.

Un cartel anuncia con total tranquilidad la construcción de una futura catedral bautista. Detrás está el miedo, tierras arrasadas. Árboles se apilan, sufriendo el afán del humano por conquistar territorios que no le pertenecen por las buenas. Su raíz ya no conecta con la Madre Naturaleza. Nunca más tendrán nutrientes provinientes del subterráneo ni una rica vida transcurrirá por esas plantas. Se alzará un frío y étereo edificio de cementos con motivos fútiles, entiéndase religiosos. Aquella religión que proclamaba un respeto a la Naturaleza y era amiga de los pobres y la humilidad se ha asentado en los vicios del estadounidense. ¿Permitirá Dios que una turba de chalados predicadores arrasen sus creaciones?

Banco para vagos

En el paraíso del coche barato, que sustituye al duro y mal visto oficio del andar, han aparecido bancos en donde ya no soportas colas. Aparcas tu coche, abres una sección de un tubo extraño que no sabes para qué servirá. Sacas un cilindro, en donde meterás lo estipulado con el banco, cuando tu cerebro contrajo una deuda moral con el sentido común -sólo cheques, notificaciones, etc... nada de instrumentos extraños-. Gracias a que aquel objeto cilíndrico que sacastes se va volando, entiendes el uso de la tubería ésa. Giras la cabeza y contemplas a unos extraños elementos que manejan tu envío. El cristal oscuro influye para que no les espíes con claridad. Aquellos seres, en un intento por matar todo contacto con los viles seres humanos -muestran emociones que permiten dudar del futuro de este negocio-, manipulan tu envío y mágicamente te lo devuelven con propaganda que te dice lo bueno que es el banco de turno y un mísero recibo. Puedes robar el cilindro en venganza, pero tu cerebro educado te lo impide. Autoengañado, hallas ilusión en el recibo, pones la propaganda lejos de tu persona -como si fuera a cobrar vida para atacarte- y arrancas el coche para otros menesteres. No has contactado con ningún impío humano.

Congelados y demás comidillas

El aliento del estadounidense que siente regocijo por comer una hamburguesa no es nada nuevo. Coge con sus manos aquel alimento, abre la boca para masticarlo. Los dientes, siguiendo una rutina, se van cerrando para separar ese trozo del resto de nuestro comestible. Clac, cerrados. Ahora la boca golpea al pedazo por todas partes, hasta dejarlo hecho polvo. La garganta absorbe sus restos sin remordimientos. El proceso digestivo ha empezado. Repita el mismo proceso cientos de veces, en espacios de tiempo cortos. El estómago crecerá, lo hará su cuerpo. Si no echa el freno, será un número más de la estadística de obesidad que adorna los Estados Unidos. Mi experiencia empírica ha confirmado estas estadísticas, muchos que se pasaron de arrancada a la hora de comer. Ayuda el tipo de alimentos que frecuenta en EEUU, congelados, comida basura y demás alimentos hipercalóricos. Y el modo de vida, coche al extremo. Deporte en la cajonera, comida en la mesa, abuso, engorde. ¿Engorde de humanos? ¡Que un escritor de ciencia ficción se saque un guión a partir de ese tema! ¡Carne humana a tres dólares el kilo!

¿Por qué Linux me ayuda a tenerla grande?

Hum, hemos borrado Windows. Ni rastro de aquel registro infernal que me ralentizaba. Bien, estamos en otro mundo. Mi pene de cinco centímetros, aquel que nunca ha entrado en vagina alguna, está empezando a sufrir cambios. Veamos el menú de arranque y entrevistemos a alguien. ¿Nadie? Mi dedo se prepara, se pone enhiesto y se dirige a una dirección. A la necesaria para acertar en la tecla Enter. Primeras líneas salen, incomprensibles son. Pero realzan un sentimiento que apenas conozco aunque entre en mi alma poco material pisando fuerte. Más y más líneas, espero. Inhibo en mi cuerpo al tedio, porque espero gozar con la nueva sensación. Mi minga crece, crece. La sensación de diferenciarse del gris también. Llegamos a la pantalla de ingreso al sistema gráfico. Un tedio sincero, falso regusto. Clac, clac. KDE arranca. ¡Mi ratón se mueve al son de mi mano! ¡Libertad! ¡Estabilidad! ¡Zinc para mi cuerpo!

Abramos programas. No van tan mal. ¡Felicidad! ¡Tres pestañas en mi navegador! ¡No se traba! ¡Ese procesador de textos es la caña! ¡Se abre el menú de inicio sin retardo! Esa consola de comandos enigmática... abrámosla. Cojo un papel con algunos comandos. Pruebo. ¡Erección! Utilidad al poder, poderosos comandos... ¡Viva! Mi cipote ya mide 22 cm en este punto. Mi felicidad rebosa. Mis testículos preparan el lanzamiento de un cohete. ¡Ah, orgasmo! ¡He eyaculado! ¡Tengo que comunicar a mis ineptos amigos la existencia de tal maravilla! ¡El mundo es ignorante! ¡Ha de oír la existencia de todo eso!

Y con este explícito ejemplo sexual, Don Diego se lanzó a defender Linux a muerte.

Esta historia le podría pasar a usted, a su familiar más próximo y al gato del vecino. Es un buen ejemplo del fanatismo que circula por estos mundos. Es normal que sintamos afinidad por lo nuestro, pero a menudo podemos ver en el ser humano ejemplos que exageran este hecho. José quería a esta tetera. El amor hacia ese objeto va creciendo, a medida que se inhibe de la atenta reflexión propia. Las desventajas se convierten en males menores para terminar siendo apartadas de nuestro campo de visión. La tetera se convirtió en el pasatiempo de José. La contemplaba durante horas y horas. Con la razón anulada, ahora toca convencer al círculo más próximo. No nos limpiamos los ojos, así que nos comportaremos fuera de lo normal si ocurre algo que no entra dentro de nuestro campo de visión como una opinión discordante. José veía cómo su tetera no recibía opiniones favorables de un amigo suyo. No consiguió predicar. Mandó al hospital a su colega con veintidós golpes por todo el cuerpo, realizados con un instrumento contundente.

Esa parafernalia, con la misma fuerza que llegó, se va. José miraba su tetera, cuando su padre tropezó con ella. ¡Cras! Se hizo añicos. Como era de esperar, el vástago reaccionó irracionalmente. Pariente apaciguó sus caldeados ánimos con series de palabras. "Te compraré otra tetera". Días después, José no contemplaba con cariño a su tetera, sólo se limitaba a usarla. Hace falta un golpe que haga daño de verdad en nuestro orgullo, para que aprendamos y despertemos por nuestra cuenta. Fanatismo, debilidad disfrazada de fortaleza.

5/1/08

La tortura, en nueve tiempos.


Hoy las acciones de Compuestos Obvios S.A. han sufrido un ligero repunte, alrededor de un 1,3%

En el primer tiempo, pensaron: ¿Qué podemos poner en ese territorio?

En el segundo, descubrieron la solución.
Godot: ¡Ah, un cartel!
Savage: ¿Qué debe decir?
Godot: "Por favor no tirar piedras a la señal". Savage, te he anulado la voluntad.
Savage: Buen título, mi amo.

En el tercero, contrataron a doce ingenieros para que colocaran la señal. Dos trabajaban y diez miraban. ¡Ah, cocos secos! Sí, comían los ricos cocos de la tierra. 100.000 euros dilapidados para llevar la comida caliente a dos más diez sujetos en el plazo de varios meses. Te dan las gracias y les atiborras de caprichos.

En el cuarto, el cartel miraba desafiante aquella yerma tierra con cocos. Necesitaba asumir paradojas.

En el quinto, curiosos se asomaron al cartel. El Humano volvió a dejar su calor.

En el sexto, aquellos curiosos llamaron a otros elementos.

En el séptimo, los elementos lapidaron al cartel. El duro metal iba cambiando su configuración.

En el octavo, alguien llegó tarde y contempló la curiosidad.

En el noveno, se dio a conocer por Internet, protagonizando paradojas obvias de toda clase.

2/1/08

Carta sobre el amarillismo

El Caos, 1 de septiembre del 2006.

¿Es que ya no se permite nada en este mundo? El 28 de agosto opiné sobre la estúpida moda del “Preowned” en el foro del vetusto periódico El Caso. A las cinco horas ya tenía montones de comentarios peyorativos sobre mi persona y mis argumentaciones. Incluso un editor me contestó, con un tono de desprecio que echa para atrás:

Enrique, a mi nombre no tienes nada que ofrecerme. Tu comentario es vacío, insignificante y lleno de mentiras. Como tu propio ser, podrido por completo. Nuestra teoría del Preowned, tan orgullosamente americana como mi ser, ha sido corroborada por miles de personas. ¡Funciona! ¡De tu teoría pasan, insignificante insecto!

Pensaba que la cosa no pasaría a mayores, pero me equivocaba. ¡Dan gala de un enorme amarillismo en su edición del Caso del 30 de agosto y no citan mi fuente! ¡Locuras! Una idea malévola empezó a desarrollarse en mi mente. No tardaría mucho. Poco después os la cuento.


¡Ese respeto, nene! ¡Te has dejado los pañales!

La idea creció de manera precoz. Compré el Caso tirando de talonario. Ya poseo un periódico propio, bien. Ahora torceré a estos estúpidos. Ya he ordenado reformar la línea de pensamiento de los foros. Poco a poco se consiguen noticias. ¡Ah, y he contraatacado al amarillismo! Una noticia explosiva aquí abajo.


Pues vaya, he estallado más de una oficina.

Vaya nombrecito, ¿verdad? Y ahora mi eslogan, el Caos revolverá en la ordenada mentira para dar verdades caóticas. Necesitamos el caos para despertar a la gente. En Gante ha explotado un edificio público. Esta noticia demuestra la veracidad de nuestros relatos. No son cuentos, no los encontrará en su sección de fantasía. ¡No espere tampoco encontrar nuestro periódico en la sección de corazón! ¡Que aprenda "The Sun"!

Recuerde, la vagancia también trabaja. Es ingenioso invertir el orden de dos letras.

Firmado, el Riojano de Acero.

Riojano de Acero, conocido como Enrique, es dueño de este periódico. Cada cuarenta días firma un artículo aquí.

1/1/08

Leyendo la etiqueta del champú.

Cuando cagas, es ley de vida realizar alguna buena acción para quitar el aburrimiento que supone el ambiente del baño. Muchos de los mortales aquí presentes leemos algo. Ya sea un libro, una revista, un periódico, un panfleto, un folleto o lo que sea. Pero a veces no queda nada de esta sabiduría por leer, por lo que hemos de echar mano de los medios que tenemos en nuestro baño. Empezaremos por aquellas notas sueltas que se esconden en el baño y dan cobijo a las cucarachas. Hum, no existen. Qué pena. Ah, ¿qué es aquel envase que se trae texto? ¡Pero si es mi champú de los domingos! Bueno, leámoslo pues.

Veamos la portada y su contraportada, es una lectura corta. Quizás sea un microrrelato. Analicemos uno de ambos lados, arriba del todo está el autor: “L’Oréal París”. Vaya, un gabacho al mando de aquel relato. Pero qué más da, si es bueno me gustará. Más abajo, está el título y una breve sinopsis: “New Vive Pro”. ¿Y el argumento? Un complejo avanzado de nutrientes que se encarga de cuidar de manera experta la belleza de tu pelo. Ahora, empieza lo fuerte. Habla bien del Champú, protagonista de la historia, elogiándole con palabras tan bonitas como “intenso”. Descendiendo en nuestra lectura, nos encontramos con los enemigos a los que ha matado aquel ente, en un bonito tono verdoso. Literatura dinámica, desde luego.

Abajo del todo están los incómodos números que dicen “384 mililitros”. Quizás sea la extensión de territorio que ha abarcado nuestro incorpóreo protagonista. Otra vuelta de tuerca. Conozcamos a la contraportada. Hace un resumen del capítulo anterior para el lector trasnochado, un recurso interesante. Pero vayamos para abajo, salen dos imágenes y los pertinentes textos que las acompañan. Es un alegato a la violencia desmedida contra el pelo imperfecto, enemigo que amenaza con conquistar el imperio del Champú. Nos da propaganda de cómo derrotarlo. Si es liso y perfecto, será aliado del principal personaje de este desaguisado.

Debajo de aquel discurso nos repiten sus cualidades, añadiendo otras nuevas como “mejoraré el brillo de tu pelo”. Se ve que necesita de algo para enaltecer su ego. Mi cabeza baja. Leo lo que ha hecho él para derrotar a sus rivales, en un tono neutral que suena a metal de mala calidad. ¡Oh! De repente, me encuentro con una larga lista de sus subordinados en el imperio. Tienen nombres extraños como “Sodio Clorhídrico”, “Perfume”, “Methylparaben”, “DMDM HYDANTOIN”, etc... Nombres de los cuales un servidor no se entera de nada. Vaya, al lado hallo un ISBN. Literatura condensada en tan poco espacio, malgastado en códigos de barras necesarios para que el capital prevalezca.

Llegamos al final, donde hay una dirección para contactar con el autor. ¿Es que es robot o espera que su historia no sea tan buena? Le caerán lluvias de admiradores, de todas formas. ¿O no? ¡Pare, que hablamos de la historia! En resumen, aunque se aprovecha de los trucos publicitarios para embellecer el texto, no deja de ser una epopeya medieval en donde se alaba al poderoso, amigo de los pobres, y se resalta sus cualidades como prohombre de la sociedad. A aquellos sufridos que están estudiando la literatura medieval, que se paren. Las etiquetas del champú pueden ser literatura medieval también. Imaginad si una de ellas aparece con el cantar del Mío Cid. La indignación de expertos, que sólo ven el fondo cuando les interesa, aparecerá por doquier.

¡Lave su pelo soñando con epopeyas medievales en donde el cuerpo del champú quede clavado por flores de toda clase!