Se ha aprendido los preceptos básicos del capitalismo desarrollado. Está totalmente a gusto en una casa acogedora, con comida de supermercado incluida. Piensa que el deporte es para espartanos con ánimo de sufrir. No es menester llamarle vago. Es racional y conoce al dedo su situación. También abraza a los mimos de su amo, aunque puede ser amo. Experiencias personales me dicen que nunca se ha visto a uno cagar y mear, pero los biólogos lo aseguran. El gato común hace popó y orina. Puede descartar la idea de que el gato lanza rayos por la boca, se considera una teoría hecha por algún iluminado que vio demasiada ficción.
Muchos deambulan por este mundo sin pena ni gloria, pero hay varios que son famosos:
Garfield
Gato-man
El gato de los Monty Python
El problema es que gracias al trabajo del Humano por hacer conocidos esos ejemplos, los gatos ya tienen un espejo en el que pueden proyectar su imagen. Nosotros les estamos malcriando. ¿Alguien ha visto ejemplos empíricos? Es decir, ¿se ha fijado en alguien que pasee a alguno de estos felinos? En mi caso, no. Los tenemos muy mimados. Y ellos se han rendido gracias a la parte caprichosa que viene por serie en su naturaleza. Dejaron de cazar ratones para establecerse en los 37 grados de la piel humana.
Por suerte, existen soluciones. Si su gato no se mueve, contrate a un grupo cualquiera. Es mejor que sea el de "Confunde-Gatos". Los integrantes de este último grupo suelen montar un espectáculo rimbombante. Después de 17 alaridos, 92 movimientos musculares y 81 lesiones de judía, por fin ven cómo su trabajo se recompensa. El gato se mueve del lugar y camina un poquito. Hemos avanzado un paso en la humanidad.
Por tu bien, roba la vagancia del gato.
Las locuras del jardín inexistente, más información en su editorial preferida.
¡Nos han invadido!
Noticia de IMPACTO, nos hemos mudado a Wordpress. Si queréis seguir con CDE, Cerebro de Espuma II
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