Campus Party: Día Cero

Tras largas jornadas atravesando los diversos paisajes de la nación, llegamos al sitio más plano del aburrido viaje, Valencia. El color negro ya caía sobre el gran cielo cuando abordábamos Valencia. El coche iba recto, pero mi padre recobró el control y pudo pegar una gran salida a otra carretera que desconocíamos. La recta era bastante larga, no obstante, Moisés dio con la salida y fue generoso con nosotros. Pero de nuevo fue cruel, nos dejó con demasiadas fábricas. Sin embargo, nada es imposible para esta familia criada en la peor dictadura. Por fin vimos una nave espacial, y al poco rato dimos con la salida. Aunque esta salida fue un infierno, parecía diseñada por un simio borracho contratado por el Ayuntamiento con tal de pagar menos perras y sacar a los valencianos más perras.

Tras sufrir el desastre del ayuntamiento, llegamos a la nave espacial. Lo que me sorprendió fue que estaba sujeta al suelo y parecía construido por habitantes de nuestro planeta. Mis sospechas se confirmaron cuando vi que tenía un sótano que había visto numerosas veces, y en el que se dejaban vehículos terrestres en numerosas filas ordenadas. No se oía ningún ruido atronador de algún motor... Me extrañaba aquel silencio absoluto. Bueno, el caso es que nuestro coche se sumó a esta larga fila, que estaba dispuesta a abrir el ano para que la organización les sacara el máximo dinero posible. Al salir, vi presencia humana en el aparcamiento. No estaba solo en aquella ¿nave espacial?. Di unos pasos, entonces pude ver algunos carteles perfectamente redactados en lenguaje humano. Parecían corresponder con un evento que esperaba desde hace mil años, la Campus. Siguiendo las flechas, que parecían estar hechas por seres humanos llegué a una enorme sala con una cola que se hizo cortísima...

Pero tan corta no fue para nosotros. Cuando llegó el turno, tuvimos que pedir acreditaciones. Entonces las cabezas visibles, que trabajaban allí (me imagino que no podrían disfrutar de una sesión de DC). Nos hicieron jugar un partido de ping pong, que ganamos al final con esfuerzo cuando nos dieron las acreditaciones para el festival más freak del país. Luego enfilamos a la entrada. Mi padre, el triste marginado se quedó fuera. Ya estábamos en la "nave", que pasó a ser un gigantesco centro comercial vacío que tenía de todo menos el consumismo xD.

Tuvimos que elegir entre dos pabellones. En la dura lucha, elegimos el Pabellón Dos. Actualmente, mi culo y mis manos están en la fila central del pabellón 2. Pero dejándome de momentos del presente, volvamos al pasado. Cuando entramos en el pabellón tuvimos que enseñar nuestra flamante acreditación. No costó demasiado el intento, pero se nos escapó la suerte en una larga cola. Una cola donde habían personas de toda ralea, aunque el que más me sorprendió no estaba en la cola, sino una pareja que pasó por la cola. Uno llevaba una bandera de Corea del Norte... ¡freaks de la muerte!

La cola fue desvencijada por el enorme poder del tiempo. Llegamos a nuestro destino, donde unos hombres de negro cogieron mi PC. Superficialmente, sólo vi que ponían una pegatina, pero a saber qué habrán hecho en secreto... instalar un programa que me sodomice brutalmente el último día de la CP y me diga: "Gracias por tu dinero y estupidez". Tras un rato de aseveraciones, que se agravaron porque soy menor, al fin pudimos ir al sitio que nos indicó el hombre de negro. Resultó que era un sitio de privilegio, porque andaba muy cerca del centro de pabellón.

Me instalé con el PC bien configuradito. Un Windows XP, ¡hostia, qué asco!. Pero bueno, sólo es una semana y dicen que las torturas cortas se soportan mejor. Al menos era mejor que el Windows XP que me traje el año pasado a la CP, ése sí que daba asco. Terminé de arrancar el Güindows, y me puse al DC. Todo bien preparadito, flipaba con la velocidad. Unos chorrocientos de megas se fueron para el disco duro. No lo maté, pero lo dejé malherido... ¡¡20 GB en poco más de una hora!!. También me puse en el Windows Live Messenger. Apestaba, no esperé ni a hoy para bajarme el Pidgin, gran programa de mensajería. Mientras ayudaba a mis amigos a que siguieran mi apasionante directo por el MSN, el DC echaba humo y llenaba mi disco duro a una velocidad de vértigo. No me dieron ganas de colocar el DD portátil xD...

A las 12 recibí amenazas por parte de mis superiores para que dejara de bajar. Aguanté 20 minutos bajando todo lo que fuera, pero todo hombre tiene su límite. Al final, a los 20 minutos cedí ante sus amenazas. Me fui del paraíso terrenal... para volver a la siempre cruel cama, donde no podría dormir hasta las tantas. Hoy escribo esto un poco empalmado de sueño, aunque lo estaba más ayer.

PD: Perdón por escribir hoy, pero con el ajetreo no he podido escribir en plenas condiciones hasta esta hora. Ahora será publicado en la plaza pública de Blogger sin piedad.